TERCERA EDAD/NOTA DE PRENSA
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Las residencias rozan el lleno pero solo hay plaza para uno de cada 9 mayores de 70 años
J. M. / Burgos - miércoles, 9 de diciembre de 2015
Aperturas. En los últimos meses se han inaugurado 2 nuevos centros en la capital y en 2016 habrá otro estreno en Miranda
El imparable envejecimiento de la población, constatable en todo el país pero especialmente en provincias con importantes problemas demográficos como Burgos, hace años que propició un goteo constante de aperturas de residencias de ancianos. Solo el impacto de la crisis, que aumentó las dificultades para renovar la clientela y que cerró el grifo del crédito para nuevos proyectos empresariales, consiguió frenar una actividad que ahora parece retomar el pulso y en el que el negocio sigue adaptándose a una demanda cada vez más alta. En este momento existe una plaza residencial por cada nueve burgaleses que tienen 70 años o más, esto es, 6.499 puestos frente a algo más de 60.000 mayores.
En concreto, el negocio de las residencias de ancianos se reparte entre las 2.574 plazas de residencias privadas, otras 2.000 en las públicas y las 1.745 de centros creados con capital privado, pero que no tienen entre sus objetivos el ánimo de lucro. Es el caso, sin ir más lejos, del centro que recientemente ha construido la Asociación Burgalesa de Transportistas (Asebutra) y que incorpora al sector un negocio con espacio para 62 mayores y que da trabajo a alrededor de 40 personas.
Otros casos que muestran que el sector se adapta a las nuevas exigencias se encuentra en la apertura, también reciente de una residencia el Parque Félix Rodríguez de la Fuente o la próxima inauguración de un nuevo centro en Miranda de Ebro, una ampliación impulsado por la Junta de Castilla y León, que abrirá en junio con espacio para otros 34 ancianos.
El proyecto que no ha terminado de culminar es el que promovía Resanvill y que contemplaba la adquisición de un edificio del centro de la ciudad y una inversión de alrededor de 10 millones de euros para acoger a unos 250 residentes y para el que se estimaba crear más de 100 puestos de trabajo. Finalmente, la iniciativa ha quedado aparcada aunque uno de los socios, según avanzó a este periódico, no descarta que a lo largo de 2016 pueda salir adelante una nueva aventura empresarial.
La presidenta de la Asociación Provincial de Residencias de la Tercera Edad (Aspreburte), Felicidad Viyuela, corrobora que los tiempos más complicados ya han pasado al confirmar que se roza el 100% de ocupación en los alrededor de 90 centros de este tipo que hay abiertos a lo largo de la provincia de Burgos. Además, recuerda que ha aumentado considerablemente el número de personas que llaman a los negocios interesados porque se les facilite información. De hecho, algunos centros se ven obligados a derivar clientela interesada por falta de espacio a otros en los que aún puede quedar alguna plaza.
Lo que parece que ha quedado atrás son los tiempos en los que era complicado encontrar sustitutos a los ancianos que abandonaban la residencia. La inmensa mayoría porque habían acabado allí sus días y en situaciones anecdóticas (si es que se han dado casos) porque los familiares no han podido afrontar el desembolso de la plaza (en un centro privado el precio puede oscilar entre los 1.300 y los 1.500 euros al mes). Lo que sí ocurría antes, tal y como explica, es que las nuevas entradas, por las dificultades económicas, sí se posponían a tiempos mejores.
En estos años, son muy pocos los casos en los que una residencia se ha visto obligada a echar el cierre. El más sonado es el de Delfos, aunque aquí parece que el fin de la actividad vino provocado más por problemas en la gestión que porque realmente no funcionara de forma adecuada (no faltaban ancianos).
Fuente: Diario de Burgos de hoy.
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Las residencias rozan el lleno pero solo hay plaza para uno de cada 9 mayores de 70 años
J. M. / Burgos - miércoles, 9 de diciembre de 2015
Aperturas. En los últimos meses se han inaugurado 2 nuevos centros en la capital y en 2016 habrá otro estreno en Miranda
El imparable envejecimiento de la población, constatable en todo el país pero especialmente en provincias con importantes problemas demográficos como Burgos, hace años que propició un goteo constante de aperturas de residencias de ancianos. Solo el impacto de la crisis, que aumentó las dificultades para renovar la clientela y que cerró el grifo del crédito para nuevos proyectos empresariales, consiguió frenar una actividad que ahora parece retomar el pulso y en el que el negocio sigue adaptándose a una demanda cada vez más alta. En este momento existe una plaza residencial por cada nueve burgaleses que tienen 70 años o más, esto es, 6.499 puestos frente a algo más de 60.000 mayores.
En concreto, el negocio de las residencias de ancianos se reparte entre las 2.574 plazas de residencias privadas, otras 2.000 en las públicas y las 1.745 de centros creados con capital privado, pero que no tienen entre sus objetivos el ánimo de lucro. Es el caso, sin ir más lejos, del centro que recientemente ha construido la Asociación Burgalesa de Transportistas (Asebutra) y que incorpora al sector un negocio con espacio para 62 mayores y que da trabajo a alrededor de 40 personas.
Otros casos que muestran que el sector se adapta a las nuevas exigencias se encuentra en la apertura, también reciente de una residencia el Parque Félix Rodríguez de la Fuente o la próxima inauguración de un nuevo centro en Miranda de Ebro, una ampliación impulsado por la Junta de Castilla y León, que abrirá en junio con espacio para otros 34 ancianos.
El proyecto que no ha terminado de culminar es el que promovía Resanvill y que contemplaba la adquisición de un edificio del centro de la ciudad y una inversión de alrededor de 10 millones de euros para acoger a unos 250 residentes y para el que se estimaba crear más de 100 puestos de trabajo. Finalmente, la iniciativa ha quedado aparcada aunque uno de los socios, según avanzó a este periódico, no descarta que a lo largo de 2016 pueda salir adelante una nueva aventura empresarial.
La presidenta de la Asociación Provincial de Residencias de la Tercera Edad (Aspreburte), Felicidad Viyuela, corrobora que los tiempos más complicados ya han pasado al confirmar que se roza el 100% de ocupación en los alrededor de 90 centros de este tipo que hay abiertos a lo largo de la provincia de Burgos. Además, recuerda que ha aumentado considerablemente el número de personas que llaman a los negocios interesados porque se les facilite información. De hecho, algunos centros se ven obligados a derivar clientela interesada por falta de espacio a otros en los que aún puede quedar alguna plaza.
Lo que parece que ha quedado atrás son los tiempos en los que era complicado encontrar sustitutos a los ancianos que abandonaban la residencia. La inmensa mayoría porque habían acabado allí sus días y en situaciones anecdóticas (si es que se han dado casos) porque los familiares no han podido afrontar el desembolso de la plaza (en un centro privado el precio puede oscilar entre los 1.300 y los 1.500 euros al mes). Lo que sí ocurría antes, tal y como explica, es que las nuevas entradas, por las dificultades económicas, sí se posponían a tiempos mejores.
En estos años, son muy pocos los casos en los que una residencia se ha visto obligada a echar el cierre. El más sonado es el de Delfos, aunque aquí parece que el fin de la actividad vino provocado más por problemas en la gestión que porque realmente no funcionara de forma adecuada (no faltaban ancianos).
Fuente: Diario de Burgos de hoy.
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