Poema de Diego Navarro.
Ya la ergida flor
del corazon me pesa
como una rosa
grande y fatigada
que en esta primavera
enamorada
pone a la luz
su dulcedumbre espesa.
Como la rosa grande
que no cesa
de gravitar
en su carne helada,
muere mi adolescencia
enamorada
marchitando púrpura
en promesa.
Buenas noches Marcelino, siga deleitandonos cada día con sus poesias, que son muy hermosas.
Un abrazo.
María Tonteras.
Ya la ergida flor
del corazon me pesa
como una rosa
grande y fatigada
que en esta primavera
enamorada
pone a la luz
su dulcedumbre espesa.
Como la rosa grande
que no cesa
de gravitar
en su carne helada,
muere mi adolescencia
enamorada
marchitando púrpura
en promesa.
Buenas noches Marcelino, siga deleitandonos cada día con sus poesias, que son muy hermosas.
Un abrazo.
María Tonteras.