Compramos energía a futuro

HERMOSILLA: En estos días tórridos de agosto, a duras penas se...

En estos días tórridos de agosto, a duras penas se puede andar por las solitarias calles del pueblo. Las hierbas secas huelen y crujen como las espigas del trigo extendidas en las desaparecidas eras, donde los trillos sin piedad, desgarraban las gavillas esparcidas en el coso dorado, tirados por lentos y sufridos bueyes.

Esta vieja estampa rural ha desaparecido de nuestros enderredores; solo su recuerdo queda en negruzcas fotos.

En cambio a esas horas en que todo dormita y nada mueve el aire, dos armados chiquillos con sus escopetas de aire comprimido, acechaban a los inocentes y frágiles pajarillos ocultos bajo las ramas de los árboles para protegerse del abrasador calor. Esta prehistorica y salvaje costumbre sigue repitiendose como distración en algunos pueblos. Matar seres indefensos como diversión. La España que lo tiene casi todo, sigue sin aprender nada del desarrollo sostenible, del cambio climático y sobre todo del respeto a todas las vidas.

¿Quién compra estas armas de muerte a estos niños? ¿Por qué?