Con la entrada del verano, todos los paisajes se tornan a la vivacidad. El silencio del invierno se convierte en una ruidosa algarabía de cantos de los alados paseriformes. Los paisajes cambian sus vestidos grises del invierno o blancos de primavera, por el verde esperanza de los chopos de las riberas.
Los verdes sembrados amarillean con sus espigas preñadas de rubios o rojos granos que colmarán las trojes de los labradores.
Los huertos también lucen sus mejores galas: rojas perlas cuelgan de los guindos y cerezos, las moreras ya tienen sus frutos rosas para pronto cambiar a negro vinoso, manzanos, perales y los nogales también muestran sus pequeñas esmeraldas redondas. Ha llegado el verano. Y todo es promesa.
La cien huertas del pueblo, hierven de plantas. En otros tiempos, comida necesaria. Hoy ocio y ecológicas ensaladas y pucheros. Bancales, canteros y tablares regados y trabajados con mimo. Con cincuenta metros de tablares se alimenta una familia de compuestas, crucíferas, cucurbitáceas, leguminosas etc; sin olvidar otros 200m2, para las solanáceas, nuestra quita hambres las sabrosas patatas.
Con huertas de unos 300 metros cultivadas en tablares (o "parades en crestall") con el método de Gaspar Caballero hay comida verde para todo el año. Probad y aprended otra forma de cultivar ecológicamente la tierra. Suerte y adelante.
Los verdes sembrados amarillean con sus espigas preñadas de rubios o rojos granos que colmarán las trojes de los labradores.
Los huertos también lucen sus mejores galas: rojas perlas cuelgan de los guindos y cerezos, las moreras ya tienen sus frutos rosas para pronto cambiar a negro vinoso, manzanos, perales y los nogales también muestran sus pequeñas esmeraldas redondas. Ha llegado el verano. Y todo es promesa.
La cien huertas del pueblo, hierven de plantas. En otros tiempos, comida necesaria. Hoy ocio y ecológicas ensaladas y pucheros. Bancales, canteros y tablares regados y trabajados con mimo. Con cincuenta metros de tablares se alimenta una familia de compuestas, crucíferas, cucurbitáceas, leguminosas etc; sin olvidar otros 200m2, para las solanáceas, nuestra quita hambres las sabrosas patatas.
Con huertas de unos 300 metros cultivadas en tablares (o "parades en crestall") con el método de Gaspar Caballero hay comida verde para todo el año. Probad y aprended otra forma de cultivar ecológicamente la tierra. Suerte y adelante.