¡Cuánta avaricia y ruindad! habita en esa desgraciada persona, que el año pasado se llevo los jovenes nogales plantados en la ribera del rio Santa Casilda.
Y este año, con esa misma ruindad y falta de respeto por la propiedad y derechos de la personas, ha robado de nuevo en una finca particular otros cuatro nogales recién plantados.
Espero que el Seprona dé con este mal nacido, y amigo de lo ajeno.
Y este año, con esa misma ruindad y falta de respeto por la propiedad y derechos de la personas, ha robado de nuevo en una finca particular otros cuatro nogales recién plantados.
Espero que el Seprona dé con este mal nacido, y amigo de lo ajeno.