Seis verdes almendros "prunus amigdalus, en esta parcela del Barrio del Valle, representan a los últimos supervivientes y símbolo del comienzo de todas las primaveras.
Flores blancas, flores rosas brotaban de repente de los brazos desvestidos del almendro a penas derritidas las últimas nieves de las sierras, anunciando la marcha del invierno y el comienzo de la explosión de la primavera.
Los viejos campos de ayer añoran la cálida compañía en los lindes de las piezas de los almendros, de los serbos, de los cerezos, de las nogalas, de las rojas manzanas, y en sus ramas también, el canto de la abubilla, la alondra y los ruiseñores.
¡Cuánta belleza y cuánta altruismo se esconde en la vida de un árbol!
Flores blancas, flores rosas brotaban de repente de los brazos desvestidos del almendro a penas derritidas las últimas nieves de las sierras, anunciando la marcha del invierno y el comienzo de la explosión de la primavera.
Los viejos campos de ayer añoran la cálida compañía en los lindes de las piezas de los almendros, de los serbos, de los cerezos, de las nogalas, de las rojas manzanas, y en sus ramas también, el canto de la abubilla, la alondra y los ruiseñores.
¡Cuánta belleza y cuánta altruismo se esconde en la vida de un árbol!