Calles a medio asfaltar, HERMOSILLA

Parece que nada cambia en los pueblos. Pero sí, más lentamente que en las ciudades, nuestros deshabitados pueblos adquieren nuevas fachadas, nuevas casas, y sobre todo los que caminan por sus viejas calles son personas distintas con otras formas de vida y costumbres. Atrás quedaron los carros cargados con comportas llenas de uvas que luego de pesarlas en un tripode las echaban en el lagar de esta fotografía. Para luego pisarlas alegremente por por los chiquillos del pueblo y extraer ese mosto ojogallo...
No hay que hacer nada que signifique " progreso", es decir, ni campos de golf, ni resort, ni molinos de viento, ni construccion de adosados, ni nuevas carreteras, ni fábricas de biodiesel, ni residencias de ancianos.

Simplemente dejémosle como es, como está, como pueblo rural y verde. Mejorando su paisaje natural y evitando todo lo que signifique contaminación, agresión y destrución de la vida rústica y sostenible de lo que debe ser un pueblo.

Cuidar sus montes, sus rios, sus casas, sus calles,...
Hermosilla es un pueblo anodino, pequeño e insignificante y con más casas que vecinos, sin atractivo turístico que enganche para visitarlo e incluso quedarse para habitarlo, es sólo un pueblo dormitorio en los finde y vacaciones, incluso ni los mayores pueden seguir en él porque necesitan de terceras personas para poderse valer.
El invierno hace que emigren las golondrinas y así tambien se van sus pocos vecinos del estio, hasta que llegan los calores de la primavera y retornan a sus " nidos".
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Doce vecinos del barrio del Castillo aún tiene sus calles sin pavimentar. Pienso que pagan los mismos impuestos que el resto de viviendas del pueblo.

¿Acaso son ciudadanos de tercera y no tienen derecho a tener sus calles hormigoneadas como el resto de vecinos?. Señor Alcalde pedáneo es hora de dar la misma calidad de vida a estos vecinos y no hacer ninguna discriminación por barrios. Espero que la nueva Junta Administrativa tenga en cuenta estas necesidades mínimas. Por una Hermosilla bella y...
¡ Qué dificil es compaginar la belleza y el encanto de la piedra del lagar donde parece como si el tiempo se hubiera detenido y la simpleza de la anodina almacén pintada de blanco!.

Los maestros albañiles de antaño, con los propios materiales de los alrededores, hacían obras funcionales, estéticas y firmes. Creando y edificando pueblos bellos, las fachadas con la planta baja en piedra de la zona y el piso superior de adobe encalado, los tejados con las resistentes tejas rojas.
Las casas formaban...