Miles de cangrejos muertos.
LA «afanomicosis» o peste del cangrejo, que tantos estragos viene causando en la red fluvial burgalesa, ha hecho aparición en el Úrbel, un
río de extraordinaria
tradición y riqueza cangrejera, que hasta el momento parecía haberse librado de este virus devastador.
Son miles de cangrejos los que aparecen muertos jalonando las
aguas de dicho curso. El pasado domingo estuvimos en Huérmeces y tuvimos ocasión de recorrer todo el coto de dicho nombre, desde las cercanías de Montorio al referido
pueblo y el espectáculo es sobrecogedor. Lugares tan conocidos por los pescadores burgaleses, como «La Bagoya», «
Fuente de la Hoz», las cercanías de los
puentes de Ruyales y el de Quintanilla Pedro Abarca, presentan en sus corrientes multitud de cangrejos atacados por el mortal virus.
Las pérdidas son importantísimas para nuestra provincia ya que, precediendo a este río, en otros ya hizo aparición la peste. Tal es el caso del Oroncillo, Ausín, Pedroso...
Hemos de señalar que durante el
verano, desde estas
columnas, solicitamos el cierre anticipado de la veda, pues concretamente en el Úrbel se seguía pescando; pero los cangrejos ya no presentaban su viveza peculiar Entonces se tachó nuestro comentario de alarmista. Es posible que nada se hubiera logrado puesto que quizá la enfermedad estuviera ya incubada: pero lo cierto es que la peste ha hecho explosión ahora en el Úrbel con toda su virulencia y son miles y miles los cangrejos que se hallan muertos en sus aguas
No hay duda que estamos ante una auténtica catástrofe, con implicaciones económicas y también sociales, pues eran muchos miles de personas las que encontraban un medio de grata expansión en la práctica de la
pesca del crustáceo de río.
Ante esta grave situación presentada a toda nuestra red fluvial, hay que formular los mejores deseos de éxito a los trabajos de investigación que van a ser realizados en la explotación «Río Cabio», de la Diputación. No obstante, mucho nos tememos que dada la gran mortandad que provoca esta peste, difícilmente se consiga evitar la grave situación, ¡Ojalá que nos equivoquemos!
* Hemeroteca: Diario de
Burgos, octubre 1979.