Una vez pasados los rigores invernales y con la primavera ya en ciernes, los caminos del valle también eran más amables en este tiempo con el caminante, con el trabajador o con el que, como nosotros, no tenía más ocupación que zanganear, buscar nidos, correr a las perdices o subirse a los árboles por el mero placer de ver las cosas desde un nivel superior.
Y como era el tiempo en que la mayoría de las aves comenzaban a hacer sus nidos o estaban ya en plena nidificación o, incluso, en la cría de ... (ver texto completo)
Y como era el tiempo en que la mayoría de las aves comenzaban a hacer sus nidos o estaban ya en plena nidificación o, incluso, en la cría de ... (ver texto completo)