Queridos crédulos, lo primero que hay que poner en cuarentena son los largos desplazamientos, que apóstoles y santos realizaban con objeto de hacer clientela, en una época de tortuosos caminos, (sin g civil) solo aptos para gentes armadas. Satiago que según dicen quienes lo vieron, llegó a remo de una barca de piedra, tubo que navegar lo suyo, y casual mente no tenía otro sitio mas cercano donde predicar que en Compostela, otro aspecto a tener en cuenta, es el poco tiempo que necesitaban para hacer clientela, las gentes siempre fueron algo atravesadas, y sacarlas de sus ideas y costumbres no es nada fácil, es de suponer que preparar a gentes que predicasen las ideas que el profeta o apóstol les inculcase llevara un tiempo, por tanto se hace imposible que predicase y preparase a gentes capaces de divulgar las doctrinas, en tantos sitios, caminando a pie, y en aquel tiempo la vida era mas breve que en el presente, La historia nos cuenta como cierto este devenir de apóstoles y discípulos, pero no consta que ninguno de ellos fuese comido por los tigres ni colgado por bandidos a la entrada de un pueblo, con lo que se dio al traste con el predicamento. A los que sean estudiosos de estas cuestiones los emplazo a que hagan cálculos de las posibilidades de que un hombre llegase desde Jerusalén a España con lo puesto.
