La Catedral y sus reflejos, BURGOS

También en la escultura y en menor medida en la pintura, se producen cambios importantes respecto al románico. La percepción atemporal y simbólica de las hieráticas figuras románicas, irán dejando paso a un progresivo naturalismo donde el escultor busca la belleza formal. Las figuras transmiten emociones. El anhelo simbólico queda reducido a la arquitectura.

Estas ideas y este modo de construir opus francigenum (a la manera francesa) –el término “gótico”, surge en el siglo XVI como desprecio a un arte que Giorgio Vasari considera bárbaro-, llega a los reinos hispanos en los años finales del siglo XII. En Castilla hay un tiempo de transición, durante el reinado de Alfonso VIII (1158-1214), en el que algunos grandes templos comenzados bajo premisas románicas se continúan en gótico, como las catedrales de Ávila, Cuenca o Sigüenza, mientras se produce la penetración de la orden del Císter en los reinos cristianos peninsulares y con ella la expansión del nuevo estilo.
Catedral de Burgos, el esplendor del Gótico 2

El reinado de Fernando III (1217-1252) marca la agonía del románico en la región castellanoleonesa y el triunfo del gótico, cuyos máximos exponentes serán las catedrales de Burgos, León y Toledo.

Burgos era, por entonces una ciudad próspera. Gracias a su privilegiada situación geográfica, cruce de los principales caminos del norte peninsular, acceso de los puertos cántabros a la Meseta y punto importante en el Camino de Santiago que enlaza los reinos cristianos en el norte peninsular, la ciudad se convierte en hito destacado de una de las principales vías de comunicación de Europa.

Esto y un cada vez mayor florecimiento económico, propiciará que se reafirme su papel político en el Reino, a lo que había contribuido de manera especial la traslación de la sede episcopal de Oca a Burgos por Alfonso VI en el siglo XI.

Alfonso VIII, al establecer su corte en Burgos, funda a las afueras de la ciudad el Monasterio de Santa María la Real de Huelgas y el Hospital del Rey para atención de peregrinos. Serán las primeras construcciones góticas en Burgos.

Años después, y al tiempo que se llevaban a cabo las obras del monasterio cisterciense, su nieto Fernando III promoverá la construcción de la nueva catedral a instancias del obispo Mauricio.

La nueva fábrica de la catedral burgalesa, comenzada en 1221, bajo la advocación de Santa María, ejercerá un gran impacto en el tejido urbano de la ciudad medieval, pasando el centro de atención de la vida ciudadana del castillo a la parte baja de la urbe, en torno al templo catedralicio donde, derruidas las primitivas murallas al expandirse la ciudad por el llano hasta el río, se levantan nuevos e importantes barrios, presidido por las torres de la catedral que pugnan por abrirse paso hacia las alturas, conforme al verticalismo que emana del nuevo estilo, realzado en el siglo XV con la construcción de dos chapiteles calados que acentuarán su sentido ascensional.

La catedral de Burgos representa la primera gran fábrica gótica levantada en España que ofrece una imagen renovada de la arquitectura.

Su construcción focalizará durante muchos años la actividad artística, no sólo de la ciudad, sino de una amplia zona de influencia. A su sombra se crea una importante escuela de arquitectos que extienden las formas góticas, en los siglos XIII y XIV, por toda Castilla y aún por gran parte de Aragón y Andalucía, reconquistada prácticamente ésta por Fernando III –excepto el reino de Granada-, tras las conquistas de Córdoba (1236), Jaén (1246) y Sevilla (1248).
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* La Catedral de Burgos fue la primera catedral española declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984.