Restos del ábside de Nuestra Sra. de Allende, BRIVIESCA

Sobre el año 1.930, el Párroco de Briviesca D. Juan Sanz, ávido investigador del pasado del municipio, descubrió a tenor de unas obras de reposición de las traviesas del ferrocarril, la base de el ábside de la que fué Nuestra Sra. de Allende, Iglesia Colegial de Briviesca hasta el siglo XV.
Con el traslado de sus barrios a la nueva y bien trazada urbe, fué desmantelada y aprovechadas sus piedras para la construcción de la nueva Colegiata de Santa Maria.
Ya semiaruinada, el propio ferrocarril en su construcción no tuvo pudor alguno en pasar por medio de los restos aún visibles de ella.
El párroco, tras su hallazgo, tuvo a bien ubicarla de la manera mas precisa que pudo. Con una soga como unidad de medida la situó a 824,40 metros de la Estación del Ferrocarril, y a unos 250 metros de el antiguo paso a nivel de Santa Cecilia y otros tantos de el camino de las Yeseras. Estos datos tal vez por lo impreciso de la medición con soga pecan por defecto en las tres mediciones pero promediando las tres mediciones la sitúan de manera bastante certera.
Los restos forman un semicirculo de unos 5 metros, perféctamente orientado hacia el Este como es preceptivo en los templos Cristianos, y la nave se encuentra bajo los railes y seguramente se prolonge unos metros hacia la finca contigua, ya que era bastante capaz como dijo de ella Enrique Florez en su obra España Sagrada.
En el año 2.014 se construyó un ramal para vehículos y nuevamente afloraron sus restos, de los que se hizo un estudio arqueológico que desveló varios sarcófagos y abundantes restos de distintas épocas.
(2011)