Para saber un poco de las mujeres tendríamos que conocerlas a todas en todas sus facetas, y aun así seguiríamos ignorando la mayor parte de su secreto. Porque ellas son las depositarias del misterio del mundo. Las que se encuentran en el centro de la vida, mientras los hombres hemos sido relegados a la periferia. Ellas son las amnióticas, las placentarias, las genésicas, y nosotros, los hombres, el
fruto de su vientre, la manzana caída en el tiempo, la costilla que añora su vieja integridad. Ellas
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