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En toda Castilla, las cruces de granito rodeaban los caminos que salían de los pueblos y se solía rezar una breve oración o un simple santiguarse, para que al alejarse de tu casa te acompañase la suerte; al volver hacías lo mismo para agradecer que estabas de vuelta sin novedad.
¡Qué camino tan agradable es este; la vista desde la cruz de granito que está en la linde de la tierra de tío Chicho es fabulosa y desde ella se contempla todo el contorno de nuestro pueblo, parece un gran navío con su palo mayor con las velas desplegadas (la iglesia) que navega por océano de espigas verdes o amarillas según la época.
Nuestro pueblo, como casi todos los de la Moraña, tiene poco arbolado; deberíamos ser más conscientes de la riqueza paisajística que supone tener árboles en nuestro entorno y cuidar los que tenemos a la vez que fomentar las nuevas plantaciones.
Nuestra iglesia de San Boal atesora dentro de sus muros la mayor riqueza de nuestro pueblo, y no me refiero sólo a las imágenes, artesonados, ...; sino a los recuerdos de tantas y tantas ceremonias que todas nuestras familias desde tiempo inmemorial han celebrado allí: bautizos, bodas, primeras comuniones, etc. Si estos vetustos muros hablases cuantas y cuantas cosas nos relatarían; aprendamos a escucharlos en silencio.
El arroyo de nuestro pueblo es su columna vertebral y a su alrededor se agrupan excelentes vecinos y personas alegres y joviales que hacen de la convivencia un arte.
Nuestro pequeño pueblo tiene bonitas vistas; esta es una de mis preferidas sobre todo por lo cambiante que es según la estación del año en que nos encontremos, los colores varían, las tonalidades de los edificios también ¡es una auténtica delicia! Y qué paz se respira por aquí, para pensar, meditar, leer, hablar con los amigos de forma distendida y relajada...
El edificio imponente de nuestra iglesia de San Boal se levanta majestuoso sobre las casa de nuestro pueblo y nos señala el punto neuralgico de Blascosancho. Debemos cuidar su entorno y entregarlo a nuestros herederos tal y como ha llegado a nosotros.
Este es uno de los lugares más emblemático de nuestro pueblo. El Calvario, con sus tres cruces de granito y la vista que desde allí se contempla forma parte de nuestra memoria; en cada estación del año con sus diferentes tonos.
Bajo estos soportales hemos pasado ratos inolvidables; en nuestra época era el punto de reunión más habitual. También las subastas de los banzos en las procesiones de la Virgen en las que nuestros convecinos cumplían alguna promesa,
Agradecían algún favor recibido o pedían algo a nuestra Virgen.
Junto a este olmo, ya seco, cuántas meriendas y cuántos días de risas y alegrías hemos pasado cuando éramos niños e íbamos al río , a la Tripera, en el carro con nuestra familia. ¡Qué buenos recuerdos!
Dice el doliente al sano: Dios te dé salud hermano.
Abriga bien el pellejo: siquieres llegar a viejo.
La vida es corta y pasarla alegre es lo que importa.
En el juego del "Burro" solíamos jugar seis chicos y la madre: Los que estaban arriba decían dedos del uno al cinco o figuras estas eran: Chimenea.cama , palangana, tijeras y anillo, la madre estaba de juez para no ser engañados, si se acertaba el número de dedos o la figura se cambiaba el "Burro".
Hola a todos los de Villanueva, somos Patricia y Sonia; hace muchos años que sólo vamos al pueblo dos o tres días al año y casi siempre coinciden con las fiestas, pero nos encanta ir, por eso nos hemos puesto muy contentas de que tengamos noticias del pueblo por internet;es una forma de seguir en contacto con él aunque vivamos lejos.

Por cierto vivimos en la plaza.

Un saludo.
Como habeis dejado esa montonera de roñas al lado del deposito?
Puedes saber quien soy , pués fuimos juntos monaguillos. Un saludo.