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Creo que el titulo está equivocado, es la Cruz de Cordoba. ¿Verdad?
Ryego que alguien me lo confirme

Abulafoto.
No se quien es el de los niscalos o (lactarius deliciosus)que asi es como se llama cientificamente a este hongo, pero el que suscribe los a cogido sanisimos y riquisimos, y por si fuera poco tenemos unos pinares que son comodisimos de andar, si bien es cierto que hay pinares en otras zonas de la geografia española que dan niscalos muy limpios porque el terreno no es de arena como el nuestro pero tenemos la suerte de poderlos ver con mas facilidad ya que en nuestros pinares no hay vegetacion viva ... (ver texto completo)
¡Vamos al hondón de la Tripera!, decíamos alborozados los niños cuando nos informaban que tal o cual día nos llevarían junto a toda la familia a pasar allí el día. Las mujeres lavaban en esta orilla y luego tendían al sol la colada;los niños mientras tanto corríamos y nos bañábamos contentos intentando dar dos brazadas sin hundirnos. A la hora de partir llantos por dejar ya para el recuerdo el día pasado en esta orilla.
Durante el Vía Crucis de Viernes Santo toma especial relevancia este bello clavario de piedra; para las familias que tenían las eras cerca de él, como tío Narciso y tía Vitorina, su contemplación diaria era signo de buen augurio y diariamente se daba gracias por el simple hecho de volver a vivir un día más.
Los conraluces y los cielos de nuestro pueblo son tan bellos que nunca te cansas de observarlos y contemplarlos, siempre son distintos y sus caprichosas sombras y formas te trasladan a un mundo irreal de perpetua fantasia.
Antes de construir este puente, a finales de la década de los 50, pasar este río era a veces una tarea ardua y en ocasiones hasta peligrosa, sino que se lo pregunten a tío Bernardino que tantas y tantas veces lo atravesó con su carro en las crecidas del invierno o a su mujer, tía Obdulia, que lo cruzaba como podía montando una borriquilla. ¡Cuánto peligro se es capaz de salvar cuando la familia te espera al otro lado!
El río Adaja, aunque lleve ya poca agua, nos ha acompañado toda nuestra vida y ha impreganado nuestros recuerdos de risas y momentos felices que hemos pasado junto a él; deberíamos cuidar su entorno para que esos recuerdos y vivencias perduren en el paisaje igual que perdurarán siempre en nuestra memoria.
En toda Castilla, las cruces de granito rodeaban los caminos que salían de los pueblos y se solía rezar una breve oración o un simple santiguarse, para que al alejarse de tu casa te acompañase la suerte; al volver hacías lo mismo para agradecer que estabas de vuelta sin novedad.
¡Qué camino tan agradable es este; la vista desde la cruz de granito que está en la linde de la tierra de tío Chicho es fabulosa y desde ella se contempla todo el contorno de nuestro pueblo, parece un gran navío con su palo mayor con las velas desplegadas (la iglesia) que navega por océano de espigas verdes o amarillas según la época.
Nuestro pueblo, como casi todos los de la Moraña, tiene poco arbolado; deberíamos ser más conscientes de la riqueza paisajística que supone tener árboles en nuestro entorno y cuidar los que tenemos a la vez que fomentar las nuevas plantaciones.
Nuestra iglesia de San Boal atesora dentro de sus muros la mayor riqueza de nuestro pueblo, y no me refiero sólo a las imágenes, artesonados, ...; sino a los recuerdos de tantas y tantas ceremonias que todas nuestras familias desde tiempo inmemorial han celebrado allí: bautizos, bodas, primeras comuniones, etc. Si estos vetustos muros hablases cuantas y cuantas cosas nos relatarían; aprendamos a escucharlos en silencio.
El arroyo de nuestro pueblo es su columna vertebral y a su alrededor se agrupan excelentes vecinos y personas alegres y joviales que hacen de la convivencia un arte.
Nuestro pequeño pueblo tiene bonitas vistas; esta es una de mis preferidas sobre todo por lo cambiante que es según la estación del año en que nos encontremos, los colores varían, las tonalidades de los edificios también ¡es una auténtica delicia! Y qué paz se respira por aquí, para pensar, meditar, leer, hablar con los amigos de forma distendida y relajada...
El edificio imponente de nuestra iglesia de San Boal se levanta majestuoso sobre las casa de nuestro pueblo y nos señala el punto neuralgico de Blascosancho. Debemos cuidar su entorno y entregarlo a nuestros herederos tal y como ha llegado a nosotros.
Este es uno de los lugares más emblemático de nuestro pueblo. El Calvario, con sus tres cruces de granito y la vista que desde allí se contempla forma parte de nuestra memoria; en cada estación del año con sus diferentes tonos.