(Los Santos) Agua serenita cae
yo me arrimo a tus canales
y ábreme la puertacielo
que soy aquel que tú sabes.
Por estarte peinando
pelitos de ratón
por estarte peinando
robaron el mesón
robaron el mesón ... que bonitoooooo ¡ Gloriosísima Santa Agueda de las santas sin rival, que le cuertaron los pechos igual que se cuerta un pan".
El romance religioso que incluimos a renglón seguido, en versión de José Camón Aznar, conserva las crueles expresiones de los dos últimos versos:
"Agueda que no quisiste
a los dioses adorar;
en prueba de tu constancia
las tetas te han de cortar;
y le respondió la santa
con afecto singular; ... ¡Anda, ya ves qué miedo! Entra dónde te parezca bien, te vamos a encontrar igual. En la segunda foto (o primera) no está el horno para bollos.