MERCADILLO: LA CENCERRADA...

LA CENCERRADA
El pasado mes de junio, al salir de misa, mientras tomábamos el aperitivo en "Ca Melina", charlando con algunas personas mayores (Santos, Eduardo y José el de Virtudes), contaron una historia de lo más curiosa.
En tiempos de su juventud, tenían las más diversas y variopintas formas de "matar el tiempo". El caso es que cuando intuían que dos personas se sentían atraídas, por la noche sin ser vistas, hacían un reguero de paja desde la casa de uno al de la otra. Al día siguiente todo el pueblo veía el percal y los comentarios y las risitas eran generales. Naturalmente a los únicos que no les hacía gracia la broma era a los puestos en evidencia.
La broma llegó al extremo en el pueblo vecino de Gallegos. Por la noche unos mozos de Bercimuelle unieron con un reguero de paja la casa del señor cura con la de una moza de buen ver. A la mañana siguiente el cura montó en cólera, avisó a la guardia civil y puso en fila a todos los mozos de Gallegos para interrogarlos. Naturalmente no salió nadie a quien poder culpar.
Bromas semejantes eran muy habituales. Si hablas con los mayores te pueden contar infinidad de ellas, todas ellas la mar de divertidas. ¡Claro entonces no había tele!