La caída de los gigantes, EL MIRON

En la fotografía aparecen dos estructuras que han servido al pueblo durante muchos años de sustento y esparcimiento, aunque hoy día sean cada vez menos utilizados. Pocos son los mironeses que aún recorren pueblos perdidos de provincias lejanas. Los viejos nómadas del paño hace tiempo que decidieron asentarse en grandes municipios a salvo del ajetreo de los grandes camiones por las carreteras locales. El frontón, a falta de juventud, descansa apacible durante la semana, pero aún es un lugar de encuentro cuando los "forasteros" visitamos nuestro pueblo y lo usamos como polideportivo. Las pelotas que saltan el muro van al primer y segundo prao, y algunos son capaces de lanzarlas al tercero. Cuando volvemos, una vez recuperadas, tenemos los calcetines llenos de molestos arigüelles.
(Junio de 2011)