QUe pena da entrar en las paginas de
pueblos de los alrededores (que son mas feos) y ver que todo el mundo esta bien, que escriben cosas interesantes, recuerdos, comentarios, y nosotros solo nos metemos unos con otros.
Yo me acuerdo de los ratos que pasabamos en los asentaderos, o en la
puerta del
ayuntamiento.
Cuando se hacia chocolatada en las lanchas o ibamos a ver la
lluvia de estrellas de todos los
veranos.