SIN RENCOR, PORQUE NO ES MI ESTILO; PERO CON UN CIERTO HALO DE SATISFACCIóN IRóNICA.
Entré en esta página, por casualidad, allá por el mes de Julio. -Quizás algún día dedique un tiempo a “colgar” en la red una página exclusiva de Bernuy Salinero.- Desde entonces he ido entrando, con cierta regularidad, sin añadir ningún comentario, pero sí leyendo lo poco que se iba escribiendo. Algunas veces con ganas de añadir algo, pero sin decidirme. Entre otras cosas porque no tenía claro que alguien leyera los cometarios. Pero hoy, 17 de Agosto, cuando he contemplado, he de reconocer que con cierta estupefacción, cómo era “abroncado” el RESPRESENTANTE DEL AYUNTAMIENTO (para nada Alcalde, para nada Pedáneo) he recordado, por eso lo del título, aquellos tiempos en los que -“como una sola persona”- todos se conjuraban contra aquel representante del Ayuntamiento que “no vivía en el pueblo, que no hacía nada y, hasta eso (el no hacer nada) lo hacía mal.”
Cómo cambian los tiempos: ahora tenéis un representante del ayuntamiento ¿a vuestra medida?: hijo, hermano, primo, sobrino… En definitiva, de vuestro entorno más cercano. Quizás hasta amigo vuestro. Y le reprocháis lo mismo que a aquel otro que no gozaba del beneplácito de ser hermano, primo, sobrino ni amigo vuestro. No hay excusas. El que, desde el más absoluto desprecio a la educación, lanzó los improperios, quizás sólo sea eso: un maleducado. O quizás esté diciendo lo que otros no se atreven a decir. En cualquier caso: hay muchas formas de decir las cosas. Pero ¿y los otros? ¡Esos que permanecieron mudos! Tengo que pensar que, o son unos cobardes, o estaban de acuerdo.
Sin rencor: no sabéis lo que queréis. “Dejamos Málaga y nos metemos en Malagón”. No veis más allá de lo que alcanza a ver un ojo con hipermetropía. ¿Ahora tampoco tenéis lo que queréis?
Con un cierto halo de satisfacción: este, vuestro amigo, al que a los dos meses de haber tomado posesión ya no le queréis, encabezaba las manifestaciones contra aquel intruso que se “coló” en un lugar para el que vosotros teníais preparada a otra persona. A la que, por lo que ahora se ve, ibais a tratar de la misma manera. ¿O es que ahora alguna facción tenía otros intereses, y no precisamente urbanísticos? Lo de las facciones está a la vista. ¿Qué os pasa que andáis divididos? Lo de los intereses… ¿los hay? ¿Alguien tenía tanto interés en ser el representante del ayuntamiento que no puede reprimir el más primario de sus impulsos?
Con ironía: ¡uníos! ¿O va a ser necesario que se “cuele” otro intruso para que hagáis causa común contra él? No seáis cínicos: no os soportáis, ni soportáis a los demás. Lo vuestro es el absolutismo bonapartista: “Yo, el rey”. En democracia, y esta lo es, aunque imperfecta, es fundamental la tolerancia, el respeto, las buenas maneras…
Conclusión: ¿te acuerdas Juan Carlos de lo que tu y los de tu alrededor sembrasteis? Dale un poco al “replay”. La vida da muchas vueltas. ¡Quién te iba a decir a ti que te iban a abroncar en la plaza del pueblo los mismos que te vitoreaban cuando encabezabas las manifestaciones contra “Málaga”! Pero ya sabes, el aumentativo es Malagón (un pueblo de Guadalajara mucho menos importante que la andaluza Málaga). Así es la vida.
JOSE ANTONIO SANCHEZ JIMENEZ. Jas42@usuarios.retecal.es. ... (ver texto completo)
Entré en esta página, por casualidad, allá por el mes de Julio. -Quizás algún día dedique un tiempo a “colgar” en la red una página exclusiva de Bernuy Salinero.- Desde entonces he ido entrando, con cierta regularidad, sin añadir ningún comentario, pero sí leyendo lo poco que se iba escribiendo. Algunas veces con ganas de añadir algo, pero sin decidirme. Entre otras cosas porque no tenía claro que alguien leyera los cometarios. Pero hoy, 17 de Agosto, cuando he contemplado, he de reconocer que con cierta estupefacción, cómo era “abroncado” el RESPRESENTANTE DEL AYUNTAMIENTO (para nada Alcalde, para nada Pedáneo) he recordado, por eso lo del título, aquellos tiempos en los que -“como una sola persona”- todos se conjuraban contra aquel representante del Ayuntamiento que “no vivía en el pueblo, que no hacía nada y, hasta eso (el no hacer nada) lo hacía mal.”
Cómo cambian los tiempos: ahora tenéis un representante del ayuntamiento ¿a vuestra medida?: hijo, hermano, primo, sobrino… En definitiva, de vuestro entorno más cercano. Quizás hasta amigo vuestro. Y le reprocháis lo mismo que a aquel otro que no gozaba del beneplácito de ser hermano, primo, sobrino ni amigo vuestro. No hay excusas. El que, desde el más absoluto desprecio a la educación, lanzó los improperios, quizás sólo sea eso: un maleducado. O quizás esté diciendo lo que otros no se atreven a decir. En cualquier caso: hay muchas formas de decir las cosas. Pero ¿y los otros? ¡Esos que permanecieron mudos! Tengo que pensar que, o son unos cobardes, o estaban de acuerdo.
Sin rencor: no sabéis lo que queréis. “Dejamos Málaga y nos metemos en Malagón”. No veis más allá de lo que alcanza a ver un ojo con hipermetropía. ¿Ahora tampoco tenéis lo que queréis?
Con un cierto halo de satisfacción: este, vuestro amigo, al que a los dos meses de haber tomado posesión ya no le queréis, encabezaba las manifestaciones contra aquel intruso que se “coló” en un lugar para el que vosotros teníais preparada a otra persona. A la que, por lo que ahora se ve, ibais a tratar de la misma manera. ¿O es que ahora alguna facción tenía otros intereses, y no precisamente urbanísticos? Lo de las facciones está a la vista. ¿Qué os pasa que andáis divididos? Lo de los intereses… ¿los hay? ¿Alguien tenía tanto interés en ser el representante del ayuntamiento que no puede reprimir el más primario de sus impulsos?
Con ironía: ¡uníos! ¿O va a ser necesario que se “cuele” otro intruso para que hagáis causa común contra él? No seáis cínicos: no os soportáis, ni soportáis a los demás. Lo vuestro es el absolutismo bonapartista: “Yo, el rey”. En democracia, y esta lo es, aunque imperfecta, es fundamental la tolerancia, el respeto, las buenas maneras…
Conclusión: ¿te acuerdas Juan Carlos de lo que tu y los de tu alrededor sembrasteis? Dale un poco al “replay”. La vida da muchas vueltas. ¡Quién te iba a decir a ti que te iban a abroncar en la plaza del pueblo los mismos que te vitoreaban cuando encabezabas las manifestaciones contra “Málaga”! Pero ya sabes, el aumentativo es Malagón (un pueblo de Guadalajara mucho menos importante que la andaluza Málaga). Así es la vida.
JOSE ANTONIO SANCHEZ JIMENEZ. Jas42@usuarios.retecal.es. ... (ver texto completo)
