Nadie está por la labor de unirse con el "enemigo de enfrente". Todos somos unos hipócritas y siempre queremos que las cosas vayan mejor pero sólo cuando el prójimo es el que tiene que arrimar el hombro y no uno mismo. Si todos fuesemos fieles a nuestros ideales y lo que dijesemos estuviese de acuerdo con ellos todo iría mejor.
Todos los gobernantes ya sean de donde sean el cargo que ocupen siempre predicaran lo que el
pueblo quiere oir y haran lo que sus bolsillos les digan, por eso los
pueblos ... (ver texto completo)