El desarrollo de las naves hasta los pies, su abovedamiento y las
torres -una inacabada- son de concepción ya del primer
gótico. La cabecera está constituida por un
ábside interior formado por un semidecágono y dos tramos más paralelos y rectos. Alrededor corre una girola de dos naves de desigual anchura y, por último el cerramiento exterior de la cabecera es circular coincidiendo con el cimorro, pero lleva nueve
capillas circulares inscritas.