El resultado final de todo este proceso es un templo de 85 metros de largo y 42,5 metros de ancho, una proporción dupla fiel al equilibrio
gótico, con un desarrollo vertical de 28 metros en la nave central, de solo 10 metros de ancho. Se aunan en esta
catedral muy diferentes estilos e influencias, dando lugar a un conjunto de exterior sobrio y fortificado que al interior da paso a la ligereza
gótica con toques de la belleza renacentista.