El mayor esplendor de la ciudad bajo dominio
romano tuvo lugar en los siglos i y ii d. C. En la economía de la ciudad siempre gozó de especial importancia la
ganadería trashumante, en relación con las rutas que cruzaban la
sierra de Gredos por el
puerto del Pico y el de Tornavacas. En tiempos del emperador Constantino la ciudad de
Ávila formaba parte de la provincia
romana de Lusitania.