Tiene planta hexagonal. Se va elevando en columnillas que están primorosamente ejecutadas, con
adornos en pedrería y variadas figuritas de ángeles,
santos, florones, campanitas y espigas. El conjunto se cierra en el último cuerpo donde está colocada una
cruz del siglo XVI. La peana sobre la que se sustenta es barroca del siglo XVIII. En todo el conjunto puede verse la parte más antigua que corresponde al núcleo central donde está la custodia. Esta custodia (en oro puro) fue hecha en
Barcelona por el orfebre Jaume Aimerich (Jaime Alberique), a finales del siglo XV con el primer oro que Cristóbal Colón trajo de América. Fue un encargo de Isabel la Católica para su uso privado devocional. Cuando murió la reina sus albaceas hicieron cumplir varias mandas testamentarias para lo cual tuvieron que vender parte de sus pertenencias entre las que se encontraba esta custodia. La compraron los canónigos de la
catedral de
Toledo hacia 1505 y años más tarde fue cuando a instancias del cardenal Cisneros decidieron ampliarla con la gran obra de Enrique de Arfe.