TOLEDO

Habitantes: 83.593  Altitud: 529 m.  Gentilicio: Toledano/a 
Hoy amanece en TOLEDO a las 08:20 y anochece a las 20:27
Nº fotos: 4.473  Nº mensajes: 358 
Puedes completar o corregir la información publicada >>

Situación:

Se sitúa al oeste de Castilla -La Mancha, en el centro de la provincia del mismo nombre y a escasos kilómetros de Madrid. Actualmente es la capital de Castilla -La Mancha y la tercera ciudad en población tras Albacete y Talavera de la Reina.

Ayuntamiento:

Plaza del Consistorio, 1.

C.P.45000 - Toledo

Teléfono: 925 26 97 00

Fax: 925 25 36 24

E-Mail: alcaldia@ayto-toledo.com

Monumentos:

La catedral.

El Alcázar.

Santa María la Blanca.

San Juan de los Reyes.

Los puentes de Toledo.

Museo de El Greco.

Muralla.

Fiestas:

Corpus Christi - Fecha Variable - Declarada de Interés Turístico Internacional.

Costumbres:

Toledo atesora un rito ancestral que como recoge el libro 'El Oficio Gótico o Mozárabe de Toledo', escrito por el Dr. Francisco de Pisa (1534-1616), en edición actualizada por Juan José Antequera Luengo (Facediciones, 2010), «necesitó de juicios de Dios para su conservación». Se trata del rito mozárabe o toledano, única ciudad donde se celebran y donde existen parroquias mozárabes.

Historia:

La ciudad histórica de Toledo está situada sobre un escarpado peñón que rodea y aísla casi en su totalidad el "torno del Tajo", un singular meandro que traza este río. Su gran valor estratégico y defensivo, así como un entorno geográfico favorable con agua, tierras de labor, pastos y bosques, explican la continuidad de su ocupación desde la prehistoria.

Fue una importante ciudad celtibérica, mas tarde conquistada por las legiones romanas. De esta época han quedado abundantes restos materiales, como el circo, parte del sistema de cloacas y de la conducción de aguas, así como restos de villas y necrópolis.

Su nombre actual, según el prof. Guillermo Tejada, deriva de la palabra "Tolitum" o "Toletum" con que la llamaron los romanos, tal vez como una palabra suya sugerida por las forma de de su relieve, del río, o de otra cosa, o bien como una palabra autóctona preexistente en la zona: En el primer sentido, de origen latino o grecolatino, podemos pensar en un diminutivo y derivado de "tholus" -"tholos" en griego-, "cúpula", en referencia al "cerro o colina de base circular y cima redondeada". También en este sentido podemos pensar en "Tol-litum" -en griego "Tol-lithos", como referente al "cerro redondo" o al "meandro del río"; o en "Tol-lituum", "redondo en horizontal y en vertical", refiriéndose al cerro. Y en el segundo sentido, no podemos obviar que "tol (l)" es una palabra celta de origen indoeuropeo con el significado de "redondo, tanto en horizontal como en vertical", y bastante abundante en la toponimia peninsular y europea; por lo que podríamos pensar en una palabra autóctona existente, referente al cerro o al meandro del río, como "tol-eto"/ o "tor-eto", que los romanos latinizaron.

En el siglo VI fue capital del Reino Visigodo y escenario de los Concilios de Toledo, asambleas con funciones eclesiásticas, políticas y legislativas. De este periodo han quedado restos materiales, recogidos en la iglesia de San Román, hoy Museo de los Concilios y de la Cultura Visigótica, y numerosos elementos decorativos aprovechados en construcciones posteriores. (como anecdota decirles que a Toledo perteneció la mismisima Xàtiva (v) cercana al mediterraneo, ver su ficha).

La huella musulmana es especialmente notoria en el trazado del plano de la ciudad, un entramado laberíntico de pequeñas callejuelas empinadas y estrechas, y de adarves sin salida, muchas veces techados con cobertizos.

De esta época se han conservado edificios tan significativos como las mezquitas del Cristo de la Luz y Tornerías, las puertas de Alfonso VI, Alcántara y Bab-al-Mardón.

Tras la conquista cristiana de la ciudad, en el año 1085, Toledo queda incorporada al Reino de Castilla, comprometiéndose el rey Alfonso VI a respetar las personas y bienes de los musulmanes.

Los judíos, establecidos en la ciudad desde época visigoda, formaban entonces una comunidad próspera gracias a la política de tolerancia que en general practicaron los árabes. Relacionados con la comunidad judía se conservan las Sinagogas del Tránsito, en la actualidad Museo Sefardí, y de Santa María la Blanca, parte del palacio de Samuel ha-Leví, tesorero del rey Pedro I, en la Casa de El Greco y el Mikwad o baño ritual, cerca de Santa María la Blanca.

Finalmente, pasaron a formar parte de esta amalgama social los cristianos que habían participado en la conquista, que, junto con las órdenes religiosas, recibieron del rey como recompensa casas y huertos en la ciudad.

Toledo se convirtió entonces en la ciudad de las Tres Culturas, en la que convivieron cristianos, musulmanes, y judíos. En ella tuvieron lugar fenómenos de intercambio cultural tan interesantes y fructíferos como la llamada Escuela de Traductores de los siglos XII y XIII, determinante en la transmisión de la cultura greco-latina y árabe, y el estilo constructivo mudéjar. De él encontramos ejemplos en muchos edificios religiosos de la ciudad como Santiago del Arrabal, las Iglesias de San Andrés y San Vicente y la torre de la Iglesia de Santo Tomé. Entre las construcciones civiles de estilo mudéjar destacan el Palacio de Fuensalida, el Taller del Moro, la Casa de Mesa, el Palacio de Galiana y la Puerta del Sol. Todos se construyen con ladrillo o mampostería encintada, cubiertos con bellos artesonados de madera y decorados con yeserías y azulejos.

En 1226 por voluntad de Fernando III y del arzobispo don Rodrigo Ximénez de Rada se inicia la construcción de la Catedral, único edificio puramente gótico de este periodo.

A partir del siglo XIV el ambiente de tolerancia que se había vivido en Toledo en los dos siglos anteriores va a desaparecer progresivamente, sobretodo en lo que se refiere a la comunidad judía a la que se acusa de ser la causa de todas las desgracias en una época de grave crisis económica y social.

Los Reyes Católicos, que buscaron la unidad política y religiosa del reino, tomaron dos decisiones que afectarían a la composición del entramado social toledano: la creación del Tribunal de la Inquisición, que se establece en Toledo en 1485, y el Decreto de Expulsión de los judíos de 1492.

Entre los edificios de su reinado destaca el de San Juan de los Reyes, de estilo gótico, que fue construido para conmemorar la batalla de Toro.

La ciudad de Toledo alcanzó su época de máxima expansión demográfica en el siglo XVI, cuando el rey Carlos I la convierte en capital del Imperio Español. Fue ésta una etapa brillante en la que Toledo adoptó el Renacimiento con muestras de primer orden realizadas al amparo del mecenazgo imperial, al que se añadió el de los arzobispos toledanos, grandes promotores y mecenas de construcciones. Todo ello fue posible gracias a la existencia de magníficos arquitectos como Alonso de Covarrubias, escultores, pintores y artesanos continuadores de las tradiciones locales.

Los edificios del renacimiento más sobresalientes son el Hospital de Santa Cruz, el Hospital de Tavera, el Alcázar, la Puerta Nueva de Bisagra, la del Cambrón, el Palacio Arzobispal, y el Convento de San Clemente

Sin embargo esta etapa de esplendor duraría poco tiempo, pues en el año 1561 Felipe II decide trasladar la capital a la Villa de Madrid. A partir de entonces se inicia una etapa de progresiva decadencia en la que sin embargo desarrolla su actividad uno de los más destacados pintores: El Greco (1576-1614), cuya obra se conserva en iglesias y conventos, como la Catedral, Santo Tomé y Santo Domingo el Real; y en museos como el Museo-Casa de El Greco y el Museo de Santa Cruz.

Esta situación se perpetua hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando la llegada del ferrocarril da lugar a su expansión extramuros, extendiéndose por áreas más favorables desde el punto de vista topográfico y dando lugar a grandes barrios de nueva planta en los que hoy se concentra la mayoría de la población.

Toledo es un ejemplo excepcional de ciudad que ha desempeñado múltiples funciones a lo largo de la historia: política y administrativa, reforzada hoy al ser nombrada en 1982 capital de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha; religiosa por ser capital metropolitana de la Iglesia española desde época visigoda y sede del Cardenal Primado de España hasta nuestros días; militar como consecuencia directa de su situación estratégica, y como sede de la Academia de Infantería desde mediados del siglo XIX; comercial, industrial, turística y cultural, funciones todas ellas que han dejado profunda huella en su trazado y fisonomía.

Turismo:

Desde Toledo hay dos alternativas para los CAMINOS DE SANTIAGO DEL SURESTE procedente de Alicante, Cartagena, Nurcia, Valencia y Albacete y del MANCHEGO procedente de Ciudad Real, para salir:
1ª la historica en dirección hacia Villamiel de Toledo.
2ª Por Estivel a Rielves.
Ambas opciones se unen en Huecas para ya continuar juntas hacia Santiago de Compostela y Finisterra.