Leo en el libro que compro mi madre: "Y allá a lo lejos, elevandose majestuosa por encima de todo, la
Sierra de Altamira, ayer desnuda de la jara que alimentaba la lumbre y hoy vestida de verde
pino y engalanada con los
mantos de mil
colores que la
primavera o el
otoño ofrecen." Ahí está, viendo pasar el tiempo, pero que requetebonita es mi sierra.