Un claro "retroceso" que se produjo en la mayoría de los pueblos del centro de la Península Ibérica debido a la emigración interior (hacia la capital del Reino y hacia las zonas mas industrializadas, Cataluña y País Vasco, donde les llamaban charneros y maketos, respectivamente, después del gran impulso que dieron a la economía de esas regiones) y a la emigración exterior (Alemania, Suiza). Consecuencia de este despoblamiento, el número de habitantes de los pueblos no podía aumentar significativamente. ... (ver texto completo)