Es increible la pobreza intelectual y la falta de nobleza de algunos pocos habitantes de nuestro
pueblo. Les importa poco su progreso y el de sus gentes si con ello consiguen satisfacer sus bajos instintos, siempre relacionados con la envidia.
Algunos de estos felones ignorantes deben de saber que cualquier construcción ha de someterse a la obtención de la preceptiva licencia municipal, que se aprueba de forma colegiada por los
órganos de gobierno, previamente haberse informado favorablemente su
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