La impresionante silueta de la
espadaña, del más puro estilo
románico, encaja en las sucesivas reformas y ampliaciones de este estupendo templo parroquial digno de ser visitado, ahora que han sido restaurados dos enorme lienzos: uno de
San Andrés y otro de la Inmaculada, hermosa obra de la
escuela de Cano.
La
fotografía debe ser cambiada, pues por fin, esos desmoronamientos han sido subsanados.
Un templo que cobijó tantas y tantas oraciones, despertares a la vida Consagrada y Sacerdotal, a la vocación
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