LA INACTIVIDAD no significa tedio, ya que para pensar, meditar o rezar es preferible la quietud. El cuerpo quieto ayuda a la creación de ideas y a la inducción de
mensajes pues ninguna actividad externa distrae a la mente.
Pero lo que es beneficioso para la gente de miras elevadas, puede ser perjudicial para los apegos a la tierra porque esa quietud les lleva a rumiar sus problemas, a comerse el coco. Digamos entonces, ¡Qué divertido es estar ocioso y qué aburrido es pensar mal!. El aburrimiento
... (ver texto completo)