Todo lo que se pueda decir de este bellisimo
pueblo y de sus gentes es poco. Se tiene que visitar y convivir con el pueblo. La
iglesia es preciosa y la
Ermita que hay a la entrada del pueblo es una lastina que se haya dejado derrumbar, alli es donde se casaron mis suegros Jacinto y Francisca.
Tengo la suerte de tener un trocito de
casa para poder disfrutar.
Mucha suerte para el Sr. Alcalde don Pedro (primo de Adolfo mi marido).
PARA ADELANTE
VALDELCUBO.
Adolfo, Robert y Carmen.