Desde luego que a los antiguos vecinos y propietarios no les facilitaron las cosas, simplemente se les expropió. E indicar que cuando los actuales moradores ocuparon los
edificios, estos estaban en perfecto estado ya que los últimos habitantes de
La Vereda fueron desalojados en 1972, y los nuevos ocupantes entraron en 1976, sin que hubiera habido un gran deterioro. Es decir, que salvo algún
edificio puntual, en ningún caso se ha rehabilitado, simplemente se ha mantenido la edificación primitiva,
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