No creo que tenga nada que ver desarrollar un pueblo con chalets descontrolados y campos de golf. Habrá que trabajar por incorporar mejores infraestructuras. Lo peor de todo es que se hagan las cosas de cualquier manera, sin respetar el entorno, los materiales de la zona, etc… parece que hay más preocupación por vigilar el color de las ventanas y el de las fachadas imponiendo no se sabe muy bien porque colores amarillos limones, o vainillas y eliminando el blanco de castilla. ¿Un atentado al entorno? ... (ver texto completo)