Dos hermanas, CASTILMIMBRE

(Septiembre de 2015)
NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

Isaías 49, 1-6

Te convertiré en luz de las naciones.

Escúchenme, islas; pueblos leja­nos, atiéndanme. El Señor me lla­mó desde el vientre de mi madre; cuando aún estaba yo en el seno materno, Él pronunció mi nombre.

Hizo de mi boca una espada filosa, me escondió en la sombra de su mano, me hizo flecha pun­tiaguda, me guardó en su aljaba y me dijo: “Tú eres mi siervo, Israel; en ti manifestaré mi gloria”. En­tonces yo pensé: “En vano me he cansado, inútilmente...