Pedro Laparra Martínez

No hay monumentos, pero sí una arquitectura tradicional bien conservada en algunos casos: casa de piedra del lugar, palomares, lavadero público en la única zona húmeda de la localidad, abrevadero del año 1928, ermita del siglo XII muy bien conservada pero alterando la ermita original, iglesia del siglo XVII... También otra pequeña ermita, a la que llaman La Soledad, que en realidad es un humilladero del siglo XVll.
Un Pairón, como en tantos pueblos, bien conservado, se levanta junto a la carretera nacional 211.

Fiestas en agosto, organizadas por las gentes que se acercan al lugar a pasar las vacaciones.

Peregrinación a la ermita de la Virgen de la Carrasca, costumbre mantenida, pero con la pérdida de significado en su mayor parte. Transformándose en una pequeña misa, en la que participan los más ancianos, quedándose fuera de la bella el resto de los visitantes. Participando eso sí, en un pequeño picnic en la explanada. Haciendo ya años, que no se disfruta de música de la tierra y un pequeño baile en el lugar.
Paseos por los lugares emblemáticos: a la Fuente, siendo el lugar tal vez más bello del pueblo, gracias a su frondosidad, a sus aguas subterráneas, y a su fuente tradicional. Con una mesa de peidra y bancos, para realizar desde pequeños picnics a comidas de grupo o familiares.

En época estival, las antiguas casas de familias se llenan.