ESPAÑA A MERCED DE TRES IRRESPONSABLES
13.- España a merced de tres irresponsables, de Roberto Centeno en El Confidencial
el 28 diciembre, 2015, OPINION
Históricamente en España en las situaciones de crisis suben al poder los incapaces. Recuerden a Azaña en 1936 clamando contra “la república de los imbéciles”. ¿Cómo unos botarates van a gobernar un país sumido en una profunda crisis, cuando no tienen una idea ni siquiera aproximada de lo que se debe hacer y tampoco serían capaces de gestionar una mercería? ¿Quién de ellos va ser capaz de cambiar un Estado autonómico corrupto hasta la médula e imposible de financiar donde parasitan dos millones de enchufados? ¿Quién va a cambiar un modelo productivo de “especuladores y camareros” incapaz de garantizar crecimiento estable y empleo digno? ¿Quién va a detener la sangría de deuda que nos lleva a la ruina? Pero esto les trae sin cuidado, lo único que les importa es tomar el poder como sea.
El gran “triunfador” ha sido Pablo Iglesias, un demagogo totalitario –en su facultad impedía por la fuerza todas las intervenciones de personas contrarias a su ideario – y guerracivilista, para quien “Venezuela es el modelo a seguir en Europa del sur”. Esto provoca el miedo y la ira en media España y grave preocupación en la UE, la OTAN y los responsables antiterroristas. En esta hora crucial a la que nos ha llevado Rajoy generando la mayor deuda y las mayores desigualdades sociales de Europa, España necesitaría líderes fuertes y con sentido político del Estado y del Gobierno y no pusilánimes o aventureros sin ideología ni conocimientos, a quienes sólo guía su propio interés. Así que para entender lo que puede pasar debemos dejar de pensar en lo que conviene o no a España, porque eso no está en la ecuación; sólo existen los intereses personales de tres necios ambiciosos y sus secuaces.
12.- Su mensaje navideño se ha limitado a las banalidades habituales, “reconocer lo que nos une”, “invocación al diálogo”, “unidad y continuidad” O sea, nada
Y es aquí donde su Majestad debería demostrar que sirve para algo, lo que no ha sucedido en el proceso secesionista catalán donde su obligación constitucional de “mediar y arbitrar” ha brillado por su ausencia. Y ahora de nuevo, su mensaje navideño se ha limitado a las banalidades habituales, “reconocer lo que nos une”, “invocación al diálogo”, “unidad y continuidad”, etc. O sea, nada. “Somos una gran Nación”, diría. Deberíamos pero no los somos porque ZP y Rajoy nos han llevado a la irrelevancia internacional, la dejación criminal de Rajoy nos ha dividido más que nunca y España esta al borde de la ruptura por primera vez en 500 años. Así que, su Majestad, déjese de soflamas y medie y arbitre de una vez. Hágalo o dimita.
11.- O milagro o nuevas elecciones
Así que si queremos saber qué pasa, pensemos sólo en lo que le conviene a las ansias de poder los tres principales tarados y su entorno. El primero es Mariano Rajoy, que en lugar de reconocer sus gravísimos errores y dimitir con honor, se comporta con tal prepotencia que uno no entiende que no se dé cuenta de que está acabado y de que si sigue aferrado al sillón lo acabará perdiendo y con deshonor. Sigue con la patraña de “o yo o el diluvio”, sin darse por enterado de que es el gran perdedor, de que su desastrosa política económica y social cuando tenía todo el poder para haber realizado los cambios que el país desesperadamente necesitaba es la que ha propiciado la irrupción de Podemos, y donde el deseo de cambio manifestado por la sociedad le trae al pairo, su oferta es “sostenella y no enmendalla”.
10º.- Las llamadas de Rajoy a la responsabilidad y al sentido del Estado son un insulto a la inteligencia, porque es él quien más carece de ambas. Y para que no quede duda dice que se presentará al nuevo congreso a la búlgara del PP para ser reelegido por aclamación porque al contrario que en PSOE, donde hay barones fuertes que piensan por sí mismos, en el PP después de echar a los mejores sólo quedan, como era previsible, aduladores y enchufados. Y respecto a Pedro Sánchez, tampoco se da cuenta de que está tan acabado como Rajoy y rechaza cualquier pacto con el PP porque aspira a presidir un “Gobierno de cambio”. Tal pacto tampoco se le permitirían sus barones, ya que de hacerlo el PSOE acabaría en la insignificancia, como el PASOK en Grecia por permitir gobernar a los conservadores para frenar al Podemos griego, Syriza.
13.- España a merced de tres irresponsables, de Roberto Centeno en El Confidencial
el 28 diciembre, 2015, OPINION
Históricamente en España en las situaciones de crisis suben al poder los incapaces. Recuerden a Azaña en 1936 clamando contra “la república de los imbéciles”. ¿Cómo unos botarates van a gobernar un país sumido en una profunda crisis, cuando no tienen una idea ni siquiera aproximada de lo que se debe hacer y tampoco serían capaces de gestionar una mercería? ¿Quién de ellos va ser capaz de cambiar un Estado autonómico corrupto hasta la médula e imposible de financiar donde parasitan dos millones de enchufados? ¿Quién va a cambiar un modelo productivo de “especuladores y camareros” incapaz de garantizar crecimiento estable y empleo digno? ¿Quién va a detener la sangría de deuda que nos lleva a la ruina? Pero esto les trae sin cuidado, lo único que les importa es tomar el poder como sea.
El gran “triunfador” ha sido Pablo Iglesias, un demagogo totalitario –en su facultad impedía por la fuerza todas las intervenciones de personas contrarias a su ideario – y guerracivilista, para quien “Venezuela es el modelo a seguir en Europa del sur”. Esto provoca el miedo y la ira en media España y grave preocupación en la UE, la OTAN y los responsables antiterroristas. En esta hora crucial a la que nos ha llevado Rajoy generando la mayor deuda y las mayores desigualdades sociales de Europa, España necesitaría líderes fuertes y con sentido político del Estado y del Gobierno y no pusilánimes o aventureros sin ideología ni conocimientos, a quienes sólo guía su propio interés. Así que para entender lo que puede pasar debemos dejar de pensar en lo que conviene o no a España, porque eso no está en la ecuación; sólo existen los intereses personales de tres necios ambiciosos y sus secuaces.
12.- Su mensaje navideño se ha limitado a las banalidades habituales, “reconocer lo que nos une”, “invocación al diálogo”, “unidad y continuidad” O sea, nada
Y es aquí donde su Majestad debería demostrar que sirve para algo, lo que no ha sucedido en el proceso secesionista catalán donde su obligación constitucional de “mediar y arbitrar” ha brillado por su ausencia. Y ahora de nuevo, su mensaje navideño se ha limitado a las banalidades habituales, “reconocer lo que nos une”, “invocación al diálogo”, “unidad y continuidad”, etc. O sea, nada. “Somos una gran Nación”, diría. Deberíamos pero no los somos porque ZP y Rajoy nos han llevado a la irrelevancia internacional, la dejación criminal de Rajoy nos ha dividido más que nunca y España esta al borde de la ruptura por primera vez en 500 años. Así que, su Majestad, déjese de soflamas y medie y arbitre de una vez. Hágalo o dimita.
11.- O milagro o nuevas elecciones
Así que si queremos saber qué pasa, pensemos sólo en lo que le conviene a las ansias de poder los tres principales tarados y su entorno. El primero es Mariano Rajoy, que en lugar de reconocer sus gravísimos errores y dimitir con honor, se comporta con tal prepotencia que uno no entiende que no se dé cuenta de que está acabado y de que si sigue aferrado al sillón lo acabará perdiendo y con deshonor. Sigue con la patraña de “o yo o el diluvio”, sin darse por enterado de que es el gran perdedor, de que su desastrosa política económica y social cuando tenía todo el poder para haber realizado los cambios que el país desesperadamente necesitaba es la que ha propiciado la irrupción de Podemos, y donde el deseo de cambio manifestado por la sociedad le trae al pairo, su oferta es “sostenella y no enmendalla”.
10º.- Las llamadas de Rajoy a la responsabilidad y al sentido del Estado son un insulto a la inteligencia, porque es él quien más carece de ambas. Y para que no quede duda dice que se presentará al nuevo congreso a la búlgara del PP para ser reelegido por aclamación porque al contrario que en PSOE, donde hay barones fuertes que piensan por sí mismos, en el PP después de echar a los mejores sólo quedan, como era previsible, aduladores y enchufados. Y respecto a Pedro Sánchez, tampoco se da cuenta de que está tan acabado como Rajoy y rechaza cualquier pacto con el PP porque aspira a presidir un “Gobierno de cambio”. Tal pacto tampoco se le permitirían sus barones, ya que de hacerlo el PSOE acabaría en la insignificancia, como el PASOK en Grecia por permitir gobernar a los conservadores para frenar al Podemos griego, Syriza.