Hola Tony, hoy empezare dándote las gracias por la lección de generosidad que me has dado. No solamente has respetado y entendido perfectamente mi postura, si no que ante esa barrera de distanciamiento impuesta por mi que no es otra cosa que miedo, precaución, prudencia, en definitiva inseguridades que uno tienen la vida. Tú has obstado por seguir en tu línea y seguir aportando datos. Me gusta escucharte o mejor dicho leer las cosas que cuentas.
Te entiendo muy bien cuando expresas tú necesidad de hablar o tener algún tipo de contacto con tu tierra yo también lo siento en muchos momentos ( eso que no estoy tan lejos ) siento nostalgia de mi tierra y de mi gente ese desarraigo me ha llevado a derramar alguna que otra lagrima de vez en cuando, sobre todo cuando volvemos de vacaciones o evoco momentos vividos allí. Lo que encuentro mucho a faltar son a mis padres. Por eso que vengo a estas páginas y de forma virtual, visito mi pueblo a través de sus fotos, paseo por sus calles y tengo la sensación de estar allí. Me reconforta.
Eso que has explicado de que cuando bienes a España tardas un día y cuando vuelves dos no lo acabo de entender. ¡ Me lo explicas por favor !
Quiero despedirme igual que empecé dándote “gracias” por tu generosidad.
Saludos cordiales: Dulcinea.
... (ver texto completo)