"Que el saber obedecer es la más perfecta ciencia".
Tirso de Molina
Redacción
Decía Napoleón Bonaparte: "El que obedece nunca se equivoca", la obediencia es una de las cosas que más cuesta, este fue el pecado de nuestros primero padres Adán y Eva. Desobedecieron a Dios y comieron del árbol de la fruta prohibida.
Y es que basta que una cosa esta prohibida para que levante el apetito a comer de ella, muchas cosas se cometen solo por el prurito de hacerlo.
Claro para esto está la LEY para sancionar a los infractores de la ley, que quieren hacer lo que está prohibido. Los hay que son muy atrevidos y Intentan desafiar y burlar la LEY, pues a estos que les caiga todo el peso de la LEY, y esto no es una maldición esto es penalizar la osadía de querer burlar la ley como si tuvieran patente de CORSO.
Los pueblos se hacer respetar por sus LEYES y el cumplimiento de las mismas; la LEY nos hace fuertes a todos, claro que la LEY la hacen los hombres y esta, esta escrita en la carta MAGNA, y aquellos que quieran saltársela, que caigan a los pies de la LEY.
Del poeta de Belmonte
Tirso de Molina
Redacción
Decía Napoleón Bonaparte: "El que obedece nunca se equivoca", la obediencia es una de las cosas que más cuesta, este fue el pecado de nuestros primero padres Adán y Eva. Desobedecieron a Dios y comieron del árbol de la fruta prohibida.
Y es que basta que una cosa esta prohibida para que levante el apetito a comer de ella, muchas cosas se cometen solo por el prurito de hacerlo.
Claro para esto está la LEY para sancionar a los infractores de la ley, que quieren hacer lo que está prohibido. Los hay que son muy atrevidos y Intentan desafiar y burlar la LEY, pues a estos que les caiga todo el peso de la LEY, y esto no es una maldición esto es penalizar la osadía de querer burlar la ley como si tuvieran patente de CORSO.
Los pueblos se hacer respetar por sus LEYES y el cumplimiento de las mismas; la LEY nos hace fuertes a todos, claro que la LEY la hacen los hombres y esta, esta escrita en la carta MAGNA, y aquellos que quieran saltársela, que caigan a los pies de la LEY.
Del poeta de Belmonte