Las cuatro plumas
Del Alconchel de la Estrella
eran: Pepi, Inés, Satu y Fidela
casadas son, y ninguna doncella,
coge la falda que el aire la vuela.
Pero resaltemos sus virtudes
las naturales de hoy de la Pepi
que conoció a Paco en Lourdes
y es feliz, viviendo en Legazpi.
Vayamos con ella, la más guapa
de las cuatro que fue, y es Inés
el verla era como comer sopa
pues tenia sus buenas razones,
Todo un gracejo a lo natural
las manos de Satu para bordar
venidas al mudo sencillo y rural
para todo lo difícil ella abordar.
Fue la Fidela, la más jovenzuela
que del pueblo partió la primera
vivaracha había salido a la abuela
y su alegría se llevo en primavera.
Del poeta de Belmonte
Del Alconchel de la Estrella
eran: Pepi, Inés, Satu y Fidela
casadas son, y ninguna doncella,
coge la falda que el aire la vuela.
Pero resaltemos sus virtudes
las naturales de hoy de la Pepi
que conoció a Paco en Lourdes
y es feliz, viviendo en Legazpi.
Vayamos con ella, la más guapa
de las cuatro que fue, y es Inés
el verla era como comer sopa
pues tenia sus buenas razones,
Todo un gracejo a lo natural
las manos de Satu para bordar
venidas al mudo sencillo y rural
para todo lo difícil ella abordar.
Fue la Fidela, la más jovenzuela
que del pueblo partió la primera
vivaracha había salido a la abuela
y su alegría se llevo en primavera.
Del poeta de Belmonte