SEGÓBRIGA (SAELICES) PROVINCIA DE CUENCA
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Esta ciudad que data del siglo II antes de Cristo en sus inicios fue un asentamiento Celtibero, antes de convertirse en una ciudad romana que bajo su dominio alcanza su máximo esplendor, dotándola de bellos edificios los cuales podemos admirar hoy a través de sus ruinas tales como su circo romano, anfiteatro, termas, canalizaciones de agua para abastecer la ciudad, así, como sus aljibes que falta descubrir como se conservaba el agua en ellos, por que entonces no había cloro.
SEGÓBRIGA según estudios llevados acabo tuvo dominio sobre un radio de aproximadamente 200 kilómetros dependiendo siempre de la provincia TARRACONENSE.
Su riqueza fue agrícola, ganadera y cerámica, que junto con el esparto y las placas de yeso traslucido o lápiz (llamado vulgarmente espejillo), que se encuentra en abundancia en lo que hoy son términos de Belmonte, y de Osa de la Vega provincia de (Cuenca). los que hayamos ido por la cueva de la Soledad veremos abundantes restos de este espejillo que tanta demanda tuvo en el Imperio Romano (para hacer pinturas)
Bajo el mandato imperial de Augusto y Tiberio hasta Vespasiano y su hijo Tito tuvo su máximo esplendor (periodo comprendido entre los años 14 a. C y el año 100 d. C.
Las termas eran calentadas por el sistema de GLORIA dicho sistema consiste en canalizar el suelo por donde pasa el calor y el humo, de esta forma se calienta el suelo sistema que podemos ver todavía en algunas comunidades de la Península.
También es digno de reseñar los enterramientos que antes del cristianismo eran por incineración, el cristianismo introdujo la inhumación (la moneda que solían poner en la boca del muerto era para pagar al barquero CARONTE que trasladaba los muertos a la otra vida según las creencias de aquellos tiempos.
También llama la atención la esperanza de vida que había entonces siendo la media de 40 a 45 años, aunque hubiera personas que alcanzaran los 80 años.
Cuando se construyo el monasterio de Uclés, que en su inicio fue casa cuartel de la Orden de Santiago en la Edad Media, se causo un estrago inmenso en cuanto que se abastecieron de piedra de SEGOBRIGA para su construcción, y que después paso a ser convento, luego seminario para formar sacerdotes de la provincia de Cuenca.
El ACRATA ****
Dime que te detiene
que brazo te sujeta
que fuerza te retiene
que tu corazón aprieta.
Sin poder ella quiere
su voz oír y calmar
Tu ser así lo requiere
De nuevo volver amar.
La anarquía en la idea
Van las aguas sin freno
El fuego todo lo caldea
Y la paja se vuelve heno.
La garganta ronca grita
El humo huele a carne
Y desecha está la garita
Hasta que se reencarne.
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Esta ciudad que data del siglo II antes de Cristo en sus inicios fue un asentamiento Celtibero, antes de convertirse en una ciudad romana que bajo su dominio alcanza su máximo esplendor, dotándola de bellos edificios los cuales podemos admirar hoy a través de sus ruinas tales como su circo romano, anfiteatro, termas, canalizaciones de agua para abastecer la ciudad, así, como sus aljibes que falta descubrir como se conservaba el agua en ellos, por que entonces no había cloro.
SEGÓBRIGA según estudios llevados acabo tuvo dominio sobre un radio de aproximadamente 200 kilómetros dependiendo siempre de la provincia TARRACONENSE.
Su riqueza fue agrícola, ganadera y cerámica, que junto con el esparto y las placas de yeso traslucido o lápiz (llamado vulgarmente espejillo), que se encuentra en abundancia en lo que hoy son términos de Belmonte, y de Osa de la Vega provincia de (Cuenca). los que hayamos ido por la cueva de la Soledad veremos abundantes restos de este espejillo que tanta demanda tuvo en el Imperio Romano (para hacer pinturas)
Bajo el mandato imperial de Augusto y Tiberio hasta Vespasiano y su hijo Tito tuvo su máximo esplendor (periodo comprendido entre los años 14 a. C y el año 100 d. C.
Las termas eran calentadas por el sistema de GLORIA dicho sistema consiste en canalizar el suelo por donde pasa el calor y el humo, de esta forma se calienta el suelo sistema que podemos ver todavía en algunas comunidades de la Península.
También es digno de reseñar los enterramientos que antes del cristianismo eran por incineración, el cristianismo introdujo la inhumación (la moneda que solían poner en la boca del muerto era para pagar al barquero CARONTE que trasladaba los muertos a la otra vida según las creencias de aquellos tiempos.
También llama la atención la esperanza de vida que había entonces siendo la media de 40 a 45 años, aunque hubiera personas que alcanzaran los 80 años.
Cuando se construyo el monasterio de Uclés, que en su inicio fue casa cuartel de la Orden de Santiago en la Edad Media, se causo un estrago inmenso en cuanto que se abastecieron de piedra de SEGOBRIGA para su construcción, y que después paso a ser convento, luego seminario para formar sacerdotes de la provincia de Cuenca.
El ACRATA ****
Dime que te detiene
que brazo te sujeta
que fuerza te retiene
que tu corazón aprieta.
Sin poder ella quiere
su voz oír y calmar
Tu ser así lo requiere
De nuevo volver amar.
La anarquía en la idea
Van las aguas sin freno
El fuego todo lo caldea
Y la paja se vuelve heno.
La garganta ronca grita
El humo huele a carne
Y desecha está la garita
Hasta que se reencarne.