Comentario
“La llevaré a la soledad, y allí le hablaré al corazón, sabiendo que al atardecer serás examinada en el amor”
Las Sagradas Escrituras son una fuente inagotable para entender los tiempos que nos han tocado vivir, y es que en este libro santo se nota la mano de Dios, esa que los hombres quieren usurpar, hoy que son tiempos de modernidad, y todo al parecer está superado no acudimos a la providencia divina, pero el Señor habla por boca de los hombres, aunque ellos no lo quieran entender, porque si alguna vez se olvidaran de él, los hombres, “hablarían las piedras por ellos”.
Es curioso pero en otros países que no ha estado tan enraizado el catolicismo como en nuestra patria España, no se privan de poner todos los medios a su alcance para superar cualquier dificultad, pero al final lo ponen todo en manos de Dios. Aquí no se menciona ni por asomo su santo nombre.
Ejemplo: el doctor Pasteur un científico de renombre mundial solía acudir a todas las procesiones que se celebraban en su localidad, y un día un amigo suyo le reprendió y le dijo “ Parece mentira Pasteur tú, que eres un hombre de ciencia acudas a las procesiones con el rosario en la mano” ¡y él le replicó! “porque soy creyente acudo a las procesiones con el rosario en la mano como un bretón, si creyese más lo haría como una bretona”.
La ciencia nunca estuvo reñida con la fe.
“La llevaré a la soledad, y allí le hablaré al corazón, sabiendo que al atardecer serás examinada en el amor”
Las Sagradas Escrituras son una fuente inagotable para entender los tiempos que nos han tocado vivir, y es que en este libro santo se nota la mano de Dios, esa que los hombres quieren usurpar, hoy que son tiempos de modernidad, y todo al parecer está superado no acudimos a la providencia divina, pero el Señor habla por boca de los hombres, aunque ellos no lo quieran entender, porque si alguna vez se olvidaran de él, los hombres, “hablarían las piedras por ellos”.
Es curioso pero en otros países que no ha estado tan enraizado el catolicismo como en nuestra patria España, no se privan de poner todos los medios a su alcance para superar cualquier dificultad, pero al final lo ponen todo en manos de Dios. Aquí no se menciona ni por asomo su santo nombre.
Ejemplo: el doctor Pasteur un científico de renombre mundial solía acudir a todas las procesiones que se celebraban en su localidad, y un día un amigo suyo le reprendió y le dijo “ Parece mentira Pasteur tú, que eres un hombre de ciencia acudas a las procesiones con el rosario en la mano” ¡y él le replicó! “porque soy creyente acudo a las procesiones con el rosario en la mano como un bretón, si creyese más lo haría como una bretona”.
La ciencia nunca estuvo reñida con la fe.