Reflexión
Ejercicio memorístico
“”Por el cinco de enero cada enero ponía mi calzado cabrero a la ventana fría, y encontraba los días que derriban las puertas mis albarcas vacías mis albarcas desierta, nunca tuve zapatos ni trajes ni palabras, siempre tuve regatos penas y cabras, me vistió la pobreza me la mío el cuerpo el río y del pie a la cabeza pasto fui del roció, para el cinco de enero, para el seis yo quería que fuera el mundo una juguetería, y al andar la alborada removiendo las huertas mis albarcas vacías mi albarcas desiertas, ningún rey coronado tu pie tuvo ganas para ver el calzado en mi pobre ventana, toda gente de trono, toda gente de botas se río con encono de mis albacas rotas, llore de rabia hasta cubrir mi piel de sal por un mundo de pasta y unos hombres de miel, para el cinco de enero de la majada mía mi calzado cabrero a la escarcha salía, y hacia el seis mis miradas hallaban en sus puertas mis albarcas vacías mi albarcas sin nada”” (del poeta Miguel Hernández).
Siempre tuve gran cariño por este poeta de Orihuela del cual aprendí varios poemas suyos de memoria y que hoy suelo recitar cuando estoy solo y concentrado en mi mundo interior GRACIAS.
14-06-24
Ejercicio memorístico
“”Por el cinco de enero cada enero ponía mi calzado cabrero a la ventana fría, y encontraba los días que derriban las puertas mis albarcas vacías mis albarcas desierta, nunca tuve zapatos ni trajes ni palabras, siempre tuve regatos penas y cabras, me vistió la pobreza me la mío el cuerpo el río y del pie a la cabeza pasto fui del roció, para el cinco de enero, para el seis yo quería que fuera el mundo una juguetería, y al andar la alborada removiendo las huertas mis albarcas vacías mi albarcas desiertas, ningún rey coronado tu pie tuvo ganas para ver el calzado en mi pobre ventana, toda gente de trono, toda gente de botas se río con encono de mis albacas rotas, llore de rabia hasta cubrir mi piel de sal por un mundo de pasta y unos hombres de miel, para el cinco de enero de la majada mía mi calzado cabrero a la escarcha salía, y hacia el seis mis miradas hallaban en sus puertas mis albarcas vacías mi albarcas sin nada”” (del poeta Miguel Hernández).
Siempre tuve gran cariño por este poeta de Orihuela del cual aprendí varios poemas suyos de memoria y que hoy suelo recitar cuando estoy solo y concentrado en mi mundo interior GRACIAS.
14-06-24