Reflexión
“Es triste cosa del hombre de acordarse de lo que tuvo cuando lo ha perdido”.
Esto me lleva a pensar después de haber escuchado a varios hombres de talento en una tertulia que cuando se ponen hablar de sus conocimientos teóricos, viendo que cada uno se explica según lo que haya aprendido en las ciencias adquiridas, y en los libros leídos.
Pero no puedeN hablar como un hombre que tenga una vida practica y haya recogido las experiencias que le ha dado la naturaleza al contacto con ella.
Vemos que cuando se ponen a hablar de la fe y de la ciencia cada uno suelta su rollo según los estudios alcanzados a nivel teórico porque la fe es un don que se tiene y se desarrolla mediante la meditación y también porque no decirlo la oración. Hay personas de fe que si grandes conocimientoS han pasado por la vida y han dejado huella de sus experiencia y de una vida recta consigo mismoS siendo ejemplo para otras personas.
La ciencia es todo lo que se puede demostrar mediante la prueba practica y esta siempre se hace en el laboratorio, pero hay otras cosas que nos son demostrables, aunque el hombre haya hablado de ellas en hipótesis, porque hablar de cómo se dio la vida en la tierra todo se puede hablar formulando una hipótesis que es aceptada como principio pero no demuestra nada.
El origen de la vida se pierde en la noche de los tiempos, pues nadie sabe a ciencia cierta como se originó la vida y donde se originó la vida, pero el filósofo, a igual que el teólogo son teóricos y nada más no los puede uno tener como referencia porque te engañaran con su facundia a que en esto sabe mucho hablar.
Pero el hombre de ciencia expone algunos ejemplos que son convincentes para un profano que lo ha experimentado de estos saben muchos las abuelas de los pueblos que poner unos cuantos huevos a una gallina clueca y a las tres semanas tiene polluelos y saben que si estrella un huevo solo encuentran una yema y una clara y de aquí sale el polluelo, pues este mismo ejemplo lo he oído poner a un científico cuando ha explicado bastante bien el origen del mundo del cual esta en la misma que la mujer del pueblo lo que el sabe explicarlo mejor porque tiene esa capacidad de oratoria.
18-05-24
“Es triste cosa del hombre de acordarse de lo que tuvo cuando lo ha perdido”.
Esto me lleva a pensar después de haber escuchado a varios hombres de talento en una tertulia que cuando se ponen hablar de sus conocimientos teóricos, viendo que cada uno se explica según lo que haya aprendido en las ciencias adquiridas, y en los libros leídos.
Pero no puedeN hablar como un hombre que tenga una vida practica y haya recogido las experiencias que le ha dado la naturaleza al contacto con ella.
Vemos que cuando se ponen a hablar de la fe y de la ciencia cada uno suelta su rollo según los estudios alcanzados a nivel teórico porque la fe es un don que se tiene y se desarrolla mediante la meditación y también porque no decirlo la oración. Hay personas de fe que si grandes conocimientoS han pasado por la vida y han dejado huella de sus experiencia y de una vida recta consigo mismoS siendo ejemplo para otras personas.
La ciencia es todo lo que se puede demostrar mediante la prueba practica y esta siempre se hace en el laboratorio, pero hay otras cosas que nos son demostrables, aunque el hombre haya hablado de ellas en hipótesis, porque hablar de cómo se dio la vida en la tierra todo se puede hablar formulando una hipótesis que es aceptada como principio pero no demuestra nada.
El origen de la vida se pierde en la noche de los tiempos, pues nadie sabe a ciencia cierta como se originó la vida y donde se originó la vida, pero el filósofo, a igual que el teólogo son teóricos y nada más no los puede uno tener como referencia porque te engañaran con su facundia a que en esto sabe mucho hablar.
Pero el hombre de ciencia expone algunos ejemplos que son convincentes para un profano que lo ha experimentado de estos saben muchos las abuelas de los pueblos que poner unos cuantos huevos a una gallina clueca y a las tres semanas tiene polluelos y saben que si estrella un huevo solo encuentran una yema y una clara y de aquí sale el polluelo, pues este mismo ejemplo lo he oído poner a un científico cuando ha explicado bastante bien el origen del mundo del cual esta en la misma que la mujer del pueblo lo que el sabe explicarlo mejor porque tiene esa capacidad de oratoria.
18-05-24
