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BELMONTE: Reflexión...

Reflexión

“Quien ama el peligro perece en el” (Dicen las Sagradas Escrituras)

El hombre prudente esto lo conoce porque lo han leído o lo ha visto en cabeza ajena, por tal motivo todo el que este de pie, que no crea que no puede ser derribado, también dicen que torres más altas han caído, todas estas cosas el hombre las va experimentando a lo largo de su vida que en realidad es corta, como nos anunciaba el maestro Fray Luis de León en una frase que dejo escrita para la posteridad " Aunque cien años contemos se juntan en los extremos el nacer con el morir”.

De esto han sido advertidos los hombres que han ostentado grandes imperios y se han dado cuenta de que la vida del hombre en la Tierra es efímera, y por ello han dejado bien sentado lo que han querido decir después de que la muerte le haya arrebatado la vida.

Los hombres suelen proponer muchas cosas, pero solo el Señor dispone porque es Señor de la vida y de la muerte, el hombre esta siempre ante el peligro porque vive en un cuerpo corrupto, solo el espíritu del hombre no perece y es el que salta de esta vida terrenal a la vida sobrenatural.

Solo un hombre ha podido dar testimonió con su vida, muerte y resurrección de entre los muerto y su cuerpo no se corrompió porque fue glorificado por el padre y esta sentado a su derecha y es igual que el desde el principio. Cada una de las tres personas de la Santísima Trinidad se han manifestado de una forma distinta el Padre como creador, el Hijo como Redentor y el Espíritu Santo es el enviado del padre y el hijo.

Bien claro lo dijo Cristo cuando él dijo es necesario que yo vaya al Padre para que el os mande el Espíritu Santo está representado en forma de paloma y no en cuerpo humano, El misterio de la Santísima Trinidad es un misterio que muchos santos padres han intentado profundidad en el pero nunca han podido llegar al misterio, aunque lo haya intuido.

Vemos el ejemplo que nos cuentan de San Agustín que estando paseando por la playa vio un niño que hizo un hoyó en la arena y con un cubito sacaba agua del mar y, lo vaciaba en el hoyo y San Agustín le pregunto qué hacía, y el niño le contesto que quería sacar el agua del mar y echarla al hoyo que había hecho en la arena y el Santo le respondió que eso era muy difícil, entonces el niño le dijo más difícil es lo que tu estas pensando, Que era el misterio de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Un ejemplo de la Santísima Trinidad los vemos en el hombre cuando pensamos; en la menoría, entendimiento y voluntad

El hombre recuerda por su memoria
Razona con su entendimiento
Y ama con su voluntad

25-03-24