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“Despiértenme las aves
Con su cantar, suave no aprendido;
No los cuidados graves
De quien es siempre seguido
Quien al ajeno arbitrio está atenido”.

Fray Luis de León

Comentario

Cuando el maestro escribe esta Oda en los monasterios no había despertadores, estos vinieron después, la referencia eran las aves que cuando viene el día se despiertan y comienzan con sus cantos que solían despertar a la ciudadanía, también hemos de decir que las aves ya traen escrito en sus genes su cantico y no lo tienen que aprenderlo.

El hombre puede aprender a cantar, porque puede hacer uso de sus cuerdas vocales.

Vemos que los conventos estaban muy ligados a las labores campestres y el toque de la campana jugó un papel muy importante para llevar las horas de los quehaceres de los labriegos que eran avisados con sus toques de campana, esto lo hemos visto por los pueblos de Castilla donde hubo conventos ahora la mayoría de estos han cerrado por falta de vocaciones.

Los grandes personajes no tenían, ni tienen que preocuparse por las horas, porque tenían a nobles dedicados a este menester.

Hoy también existe este personaje que lleva la agenda de las altas personalidades. Y claro está que el personaje se fía de que lo despierten a la hora convenida.

Los que hemos estado de zagales en las casas de labor era el mayoral el que se encargaba de llamar al zagal para pasturear las mulas, en las casas grandes de labor había cuadrero que era el encargado de estar de cuartel toda la noche y el que se cuidaba de pasturear a las mulas a las horas convenidas, este personaje por el día descansaba.

El domingo hacia fiesta y entonces eran los zagales los que sacaban las bestias que bebiese agua, esto lo hacía por turno.

Vemos como el maestro está muy relacionado con los servicios de la ciudadanía donde él con sus altos vuelos da a conocer la vida diaria de los ciudadanos con unos pensamientos poéticos que deja a merced de su inspiración