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BELMONTE: Comentario...

Comentario

Aquella tarde fueron abrevar sus cabalgaduras al pozo donde les había indicado los pastores, pero les sucedió que no encontraban el cubo para sacar agua, menos mal que los pastores dejaron el tornajo lleno de agua, pero Sancho echando un vistazo vio que el cubo estaba oculto en unos juncos.

Don Quijote se puso de buen humor cuando Rocinante después de beber toda el agua que quiso se puso más redondo, Sancho le dijo a su amo ve vuestra meced “que Dios aprieta pero no ahoga” el Rocinante ha vuelto otra vez a la vida, después de abrevar sus monturas era ya caída la tarde y caballo y caballero tenían pocas ganas de ponerse en camino, entonces don Quijote le dijo a Sancho que si tenía algo para llevarse a la boca y que tenía pensado de pasar la noche en aquel lugar pues ya aparecían las estrellas y no eran horas de salir al camino que mañana seria otro día y que la tuerta vería los espárragos

Sancho miro en las alforjas y llevaba tocino unas cebollas y algunos ajos y también la longaniza que les había regalado la doncella la noche anterior, pues les dijo que aunque ahora no se la comiesen que a lo largo del camino le entrarían las ganas de tirarle algún bocado.

Don Quijote le dijo a Sancho que mirase en la otra alforja haber si por casualidad había algo de queso y Sancho miro y acertó de ver unas cortezas de este pero que estaban duras, no te importe Sancho dámelas que les hincare el diente, “porque al buen hambre no hay pan duro”.

Después de aquella cena campestres miraron bien de poner al resguardo del aire al Rocinante y al Rucio y ellos se pusieron a cielo raso, y don Quijote se puso a contar las estrellas hasta que cogió el sueño, para entonces Sancho ya roncaba, y don Quijote entre labios dijo que feliz es mi escudero pensando que algún día será gobernador de alguna península aunque esta no sea muy extensa.

Y dicho esto se tapo la cabeza y dijo vamos a pensar que estará haciendo a estas horas mi dulce y amada doncella del Toboso, que es por ella por la cual tome la decisión de arriesgarme a esta aventura de deshacer lo que estuviera mal hecho.