Comentario
Una página de la historia
Estando los tercios de España en Flandes a las órdenes de don Gonzalo Fernández de Córdoba conocido como “El gran capitán” la tropa se amotino, porque no les llegaba el dinero desde España para cobrar sus sueldos.
Los soldados hacían corrillos en el patio y discutían el tema, en esto que acertó a pasar por allí un soldado vizcaíno que venía de lavar su ropa, y uno que había en el corrillo dijo si yo fuese como este señalando al soldado vizcaíno que media dos metros y era un fortachón, iría a la tienda del Gran capitán y le diría; ó me pagas o te atravieso con la pica.
Al oír aquellas palabras el soldado vizcaíno que era un buen hombre y un buen soldado se envalentono y cogiendo la pica fue a donde estaba don Gonzalo Fernández de Córdoba y alzado la pica le dijo “ O me pagas ó te atravieso”. El gran capitán se quedo fijo en los ojos del soldado y le dijo “Levanta la pica soldado que sin quererlo me vas a herir”. El soldado ante la firme respuesta de don Gonzalo, bajo la pica avergonzado, y fue apresado.
Al día siguiente lo colgaron en lo más alto para que todos los soldados lo viesen y sirviera de escarmiento.
Una página de la historia
Estando los tercios de España en Flandes a las órdenes de don Gonzalo Fernández de Córdoba conocido como “El gran capitán” la tropa se amotino, porque no les llegaba el dinero desde España para cobrar sus sueldos.
Los soldados hacían corrillos en el patio y discutían el tema, en esto que acertó a pasar por allí un soldado vizcaíno que venía de lavar su ropa, y uno que había en el corrillo dijo si yo fuese como este señalando al soldado vizcaíno que media dos metros y era un fortachón, iría a la tienda del Gran capitán y le diría; ó me pagas o te atravieso con la pica.
Al oír aquellas palabras el soldado vizcaíno que era un buen hombre y un buen soldado se envalentono y cogiendo la pica fue a donde estaba don Gonzalo Fernández de Córdoba y alzado la pica le dijo “ O me pagas ó te atravieso”. El gran capitán se quedo fijo en los ojos del soldado y le dijo “Levanta la pica soldado que sin quererlo me vas a herir”. El soldado ante la firme respuesta de don Gonzalo, bajo la pica avergonzado, y fue apresado.
Al día siguiente lo colgaron en lo más alto para que todos los soldados lo viesen y sirviera de escarmiento.
