BELMONTE: Comentario...

Comentario

Vamos hacer una pequeña biografía de estos alumnos de su maestro y su escuela que estuvo ubicada en uno de los salones que había anexados a la colegiata de la villa de Belmonte de Cuenca, “La escuela parroquial de niños” que es así como se la conocía estuvo patrocinada por el párroco don Antonio García, que trajo como maestro a don Guillermo Rodríguez Agudo, que aunque no era nacido en Belmonte estaba muy arraigado aquí en el pueblo con su familia y su padre estuvo de maestro en la Fábrica de Harinas que por aquellas fechas estaba en apogeo.

El maestro es importante en el desarrollo del niño, porque le hace coger ciertos hábitos que perdurarán en el toda la vida, la importancia de esta figura a temprana edad en el alumno le llama la atención la organización de su maestro.

El maestro don Guillermo Rodríguez supo sembrar en los alumnos que asistieron a sus clases muchas virtudes sobre las reglas de conducta y urbanidad este maestro era muy ordenado y limpio en lo personal destacando en él su vocación por la enseñanza y no se cansaba de explicar una y otra vez las lecciones hasta que el último alumno lo había entendido, era incansable en ese aspecto como digo.

Tenía buenas costumbres y era bastante religioso pero lo que destacaría de él como alumno es que era muy ordenado en todo y tenía capacidad de palabra, por aquellas fechas a cada alumno le tenía hecho un boletín de notas en el cual iba anotando la superación del alumno al cual entregaba semanalmente para que lo firmase el padre, y lo volviese firmado el lunes al maestro cuando llegara al colegio.