Participar en Actividad Física Regular
La actividad física es otro pilar en el manejo de la presión arterial. Participar en ejercicio regular ayuda al corazón a volverse más eficiente en bombear sangre, reduciendo así la presión en las arterias. Apunta a un mínimo de 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado, como caminar a paso ligero, andar en bicicleta o nadar, cada semana. Alternativamente, 75 minutos de actividad vigorosa, como correr o bailar aeróbico, pueden ser igualmente efectivos. Incorporar ejercicios de entrenamiento de fuerza dos veces por semana también apoya la salud cardiovascular al mejorar la fuerza y resistencia muscular. El ejercicio no solo ayuda a bajar la presión arterial, sino que también contribuye a manejar el peso, reducir el estrés y mejorar el bienestar general. La clave es la consistencia; incluso cantidades modestas de actividad física pueden marcar la diferencia si se hacen regularmente.
La actividad física es otro pilar en el manejo de la presión arterial. Participar en ejercicio regular ayuda al corazón a volverse más eficiente en bombear sangre, reduciendo así la presión en las arterias. Apunta a un mínimo de 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado, como caminar a paso ligero, andar en bicicleta o nadar, cada semana. Alternativamente, 75 minutos de actividad vigorosa, como correr o bailar aeróbico, pueden ser igualmente efectivos. Incorporar ejercicios de entrenamiento de fuerza dos veces por semana también apoya la salud cardiovascular al mejorar la fuerza y resistencia muscular. El ejercicio no solo ayuda a bajar la presión arterial, sino que también contribuye a manejar el peso, reducir el estrés y mejorar el bienestar general. La clave es la consistencia; incluso cantidades modestas de actividad física pueden marcar la diferencia si se hacen regularmente.